Inicia cónclave en la Santa Sede.

Ha iniciado el cónclave en el que se elegirá el nuevo Papa. Los cardenales, luego de celebrar los novendiales, y de reunirse en los colegios cardenalicios, han llegado a la fecha escogida del 7 de mayo. Se han creado las condiciones en los días previos en la Capilla Sixtina donde se reunirán para este momento solemne que marca la vida de la iglesia católica y la historia mundial.

La Capilla Sixtina, según se hace para esta cita, se acondiciona con esmero para recibir a los cardenales electores. Según explicó al portal del Estado de la Ciudad del Vaticano Vatican State el ingeniero Silvio Screpanti, subdirector del Área de Infraestructuras, el acondicionamiento y la preparación de los alojamientos. Esto implica la participación de más de 60 trabajadores, entre personal interno y apoyo externo: carpinteros, electricistas, montadores, técnicos de climatización, herreros, floristas y personal de limpieza.

La labor incluye desde la instalación de la icónica estufa para las fumatas hasta el sellado de los accesos al perímetro del Cónclave, pasando por la adecuación de las habitaciones en edificios como la Domus Sanctae Marthae y la antigua Casa Marta. Se dice que la complejidad logística ha sido mayor este año, dada la elevada participación, lo que ha requerido nuevas disposiciones y ajustes a nivel estructural.

Tras la Misa Pro eligendo Pontifice en la Basílica de San Pedro los cardenales ingresan en procesión a la Capilla Sixtina. Una vez pronunciado el solemne «Extra omnes» (es decir, «Todos fuera»). El mundo observa expectante, cuando da inicio un rito que combina tradición, espiritualidad y una organización logística minuciosa.

Desde el fallecimiento del Papa Francisco, el mundo pone su mirada en los 133 cardenales electores, quienes están llamados a elegir al Pontifice 267º. Tendrán en sus manos una tarjeta, que como está indicado minuciosamente en la Constitución Apostólica, tiene forma rectangular y dispone de un lugar para escribir el nombre del elegido» en la mitad inferior y «hecha de manera que se pueda doblar en dos».

Cuando se alcance el consenso de una mayoría de dos tercios para que la elección sea válida, se procederá a la clásica quema de las papeletas. Si la elección es válida, el humo blanco anunciando al mundo que hay un nuevo Papa. Detrás de este símbolo que esperan tantas personas hay también cierta precisión técnica, permanece un operario junto a la estufa, en una sala adyacente, preparado para intervenir en caso de fallos, con acceso remoto al sistema de emisión de humo, que hoy se gestiona electrónicamente.

La llamada «sala de las lágrimas»

Ya luego de este momento, y tras la aceptación del elegido y su respuesta sobre el nombre pontificio, el nuevo Papa se retira a la llamada «sala de las lágrimas» para revestirse por primera vez con la sotana blanca. Se dice que allí, en la intimidad, muchos Pontífices electos han derramado lágrimas al asumir el peso espiritual de su misión.

Minutos después, ante la Plaza de San Pedro, el cardenal protodiácono, Dominique Mamberti, pronunciará el histórico Habemus Papam. Y el nuevo Pontífice impartirá su primera bendición Urbi et Orbi, es decir, de la ciudad de Roma al mundo. 

Cardenal Giovanni Battista Re, decano del Colegio Cardenalicio

El cardenal Giovanni Battista Re, decano del Colegio Cardenalicio, pronunció la homilía de la Misa “pro eligiendo Pontífice» en la que imploró la luz del Espíritu Santo para que sea elegido el Papa “que la Iglesia y la humanidad necesitan en este momento de la historia tan difícil y complejo”.

Recemos entonces porque Dios toque el corazón de cada uno de los cardenales que son parte de este proceso porque el que pasa la Iglesia Católica. Que ponga en las manos de cada uno de los electores, el nombre de aquel que sea capaz de llevar a cuesta la responsabilidad de ser el sucesor de Pedro.

FOTOS: Vatican news.

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