ORACIÓN DE SÚPLICA
Señor Jesús, hoy venimos ante Ti,
Para agradecerte por estar siempre presente en medio de nosotros.
Gracias, porque te encontramos en el amor de los esposos fieles;
de los padres y madres que están con sus hijos
Y los educan en la fe, la verdad y en la caridad;
de los hijos que atienden con cariño a los ancianos de la casa;
de quienes desde otras tierras ayudan a familiares y amigos;
de los vecinos que se acompañan en penas y alegrías;
de tantos que sirven desinteresadamente a sus prójimos.
Ayúdanos a sentir el consuelo y la fortaleza en estos tiempos tan difíciles.
Te presentamos a las madres que luchan por alimentar a sus hijos;
a tantos que se cansan de buscar medicinas para sus enfermos;
a los familiares de los presos que sueñan con verlos regresar,
algún día, sanos al hogar;
a los trabajadores que intentan brindar a sus seres queridos a una casa digna;
a los que lloran la emigración de esposos, hijos, nietos, amigos;
a los que sufren la violencia y el robo;
a los que soportan tantas carencias materiales y espirituales.
Aumenta nuestra fe, para tomar conciencia
de que para TI nada es imposible.
Envía tu Espíritu Santo para que todos los cubanos;
con las potencialidades que nuestro pueblo tiene;
aprendamos a vivir en armonía, en un solo corazón y una sola alma,
a pesar de diferentes pensamientos,
y, juntos, encontremos soluciones que nos conduzcan a nacer en paz,
a trabajar en paz, a comer en paz, a morir en paz.
Santísima Virgen de la Caridad, Madre de nuestro Señor Jesús,
presenta a tu Hijo nuestras oraciones,
y dinos como en Caná: “Hagan lo que ÉL les diga”.
Madre de todos los cubanos,
repítenos nuevamente: “No tengan miedo,
¿Acaso no estoy yo aquí que soy su madre?
Jesús, Buen Pastor, escúchanos.