Texto: Tania Gómez Rodríguez.- Los fieles de la Catedral San Rosendo y las comunidades más cercanas a la ciudad, hoy se congregaron en la Santa Iglesia para acompañar al clero diocesano en la celebración de su Jubileo en la Misa Crismal que como cada año se vive el jueves previo a la Semana Santa.

Anterior a esta Celebración, los sacerdotes, junto al resto de los agentes de pastoral, pudieron participar en su retiro preparatorio donde se acercaron al sacramento de la confesión, compartieron espacios de oración personal y disfrutaron de las profundas reflexiones ofrecidas por el P. Marco A. Rivera, predicador de estos días, quien los ayudó espiritualmente para poder vivir de forma renovada, su Jubileo.


La Eucaristía estuvo presidida por Mons. Juan de Dios Hernández Ruiz, sj, obispo de esta demarcación, y en ella se bendijeron los óleos para los catecúmenos y los enfermos, y se consagró el Santo Crisma.
La Misa Crismal ha de ser tenida como una de las principales manifestaciones de la plenitud sacerdotal del obispo y como signo de la comunión de los presbíteros con él. También durante esta celebración, nuestros pastores, hombres consagrados al servicio de Dios y del pueblo, renovaron las promesas hechas el día de su ordenación.


Como signo de su participación en la misión del obispo de apacentar la grey, los presbíteros, una vez renovadas sus promesas, sostuvieron por un momento el báculo pastoral, mientras se invitó al pueblo cristiano a comprometerse con la oración por nuestros pastores, para que cada día su corazón se configure más con el de Cristo Buen Pastor.


Fue un tiempo de oración en comunión con otras Diócesis que hoy vivían experiencias similares, pero también y sobre todo, para agradecer a Dios la presencia continua del clero diocesano, marcado en las varias generaciones allí presentes y todas compartiendo un valioso testimonio de fidelidad al Señor.

Fotos: Mercy Llerena Pando y Elena Fernández Silva