Del 4 al 8 de agosto, la arquidiócesis de Camagüey se convirtió en tierra de encuentro, discernimiento y envío misionero al acoger la II Asamblea Nacional de Misiones de la Iglesia Católica en Cuba. Delegados de las 11 diócesis del país se reunieron en un ambiente de oración, fraternidad y compromiso pastoral, para renovar el ardor evangelizador en medio de los desafíos actuales.

Un inicio marcado por la oración y la comunión.


La jornada inaugural comenzó con la llegada de los delegados a la Casa Diocesana de La Merced, donde la acreditación dio paso al rezo del Rosario Misionero en la capilla homónima. Este gesto espiritual marcó el tono de toda la Asamblea: una Iglesia que ora, discierne y se pone en camino.


En la tarde y coincidiendo providencialmente con el Día del Párroco, fue celebrada la Santa Misa en la Hospedería La Merced. La Eucaristía unió las intenciones misioneras con el reconocimiento a la labor pastoral de los párrocos, conectando la misión diocesana con el ministerio parroquial en todo el país.



Encuentro, acogida y envío.
El emotivo acto de presentación y acogida fue animado por el matrimonio marista Pablo Cobo y Laura Miño, de la diócesis de Holguín. El Cardenal Juan de la Caridad García ofreció palabras de bienvenida y bendición, inaugurando oficialmente la Asamblea con un llamado a vivir la misión como expresión de caridad.




La segunda jornada inició con una oración al estilo de Taizé, que permitió a los participantes entrar en un clima de contemplación y escucha. Uno de los momentos más significativos fue el envío misionero para celebrar el Jubileo de las Misiones de la arquidiócesis de Camagüey. El P. Ariel Suárez bendijo y asperjó a los delegados antes de la peregrinación hacia la Catedral de Nuestra Señora de la Candelaria, Basílica Menor desde 2014.




Misa jubilar: caridad, testimonio y misión.
En la Santa Misa jubilar, el Cardenal García ofreció una homilía centrada en la caridad como motor de la misión. Recordó el mandato evangélico “Vayan por el mundo entero” y destacó el testimonio del P. Valencia, misionero cubano que evangelizó en tierras difíciles y luego sirvió en Cuba. Subrayó la importancia de una pastoral post-bautismal y de hablar con quienes necesitan el Evangelio, más allá de la crítica.




Reflexión teológica y experiencia pastoral.
Dos ponencias magistrales iluminaron el camino misionero:

- El P. Ariel Suárez abordó el Plan Pastoral Nacional, destacando que la conversión implica transformación física y mental.
- El P. Rolando Montes de Oca exploró los nuevos caminos de evangelización digital, resaltando la credibilidad y la participación como claves para comunicar la fe en redes sociales.

Ambas conferencias fueron enriquecidas con testimonios de delegados de Pinar del Río, La Habana y Matanzas, generando un diálogo fecundo entre teoría y práctica.
Trabajo en equipos y propuestas concretas.
Los delegados se organizaron en equipos temáticos con moderadores especializados, abordando aspectos específicos de la misión en Cuba. Esta metodología permitió compartir experiencias locales y construir propuestas comunes.




Se reflexionó sobre la Transfiguración del Señor mediante la lectio divina, como preparación espiritual para el discernimiento misionero. También se realizaron diagnósticos sobre los retos actuales: escasez de recursos, deficiencias organizativas y necesidad de una evangelización contextualizada.




Misioneros de esperanza.
El P. Jorge Luis Pérez Soto ofreció la conferencia “Misioneros de Esperanza”, en la que afirmó que “la esperanza movilizadora tiende el puente entre el presente y el futuro, constituyendo el fundamento de toda auténtica misión evangelizadora”.

Una Iglesia que escucha, discierne y se pone en camino.
La II Asamblea Nacional de Misiones continúa hasta el 8 de agosto, dejando ya una huella profunda en el corazón de la Iglesia cubana. Lo vivido en Camagüey es signo de una comunidad que, en medio de sus desafíos, se renueva en la fe, se fortalece en la comunión y se lanza con alegría a anunciar el Evangelio.



FOTOS Y DATOS TOMADOS DEL MURO Comisión Nacional de Misiones-Cuba