Con una animada Eucaristía, presidida por Mons. Juan Gabriel Díaz Ruíz, obispo de Matanzas, y presidente de la Comisión Nacional de Pastoral de Adolescentes, quedó clausurado el Jubileo Nacional de estos muchachos venidos de casi todas las diócesis cubanas.

Ha sido el resultado de un trabajo arduo de un equipo nacional constituido por sacerdotes, religiosos, religiosas, y animadores laicos de las diferentes diócesis, explicó el padre Lázaro Canova, su secretario nacional.
Aun en medio de momentos tan difíciles, la Iglesia en Cuba insiste en generar vida en Cristo Resucitado.

La Parroquia de El Cobre y el equipo de su santuario Basílica ofreció toda su ayuda a esta buena iniciativa, todo un sueño para la mayoría de sus participantes.
Disponibles siempre la pastoral juvenil y de adolescentes santiaguera y cobrera, con animación especial de jóvenes de Hakuna y Effetá. No nos rendimos ante el dolor, Cristo ha vencido a la Muerte y en Él está nuestra Esperanza.
Según detalles que compartieron en el muro Arquidiócesis de La Habana en Jubileo, el Arzobispo de la Arquidiócesis de Santiago de Cuba, Mons. Dionisio García Ibáñez se encontró con los peregrinos que, en este Jubileo, atravesaron las puertas de la Catedral de Santiago, templo jubilar este año.

Mons. Dionisio García alentó a los adolescentes y les dijo: «Estamos en el año de la misericordia. Nosotros somos los testigos que debemos seguir derramando la misericordia de Dios. Continúen en su recorrido, en su encuentro…»
En este camino para la construcción de un espacio fraterno, los animadores tienen un rol esencial. Ellos invitaron a todos para que recen juntos el credo para así ganar la gracia del día de hoy: la gracia del amor de Dios.

En esta jornada cantaron juntos como verdaderos hermanos la canción del Buen Samaritano y se dirigieron al Morro. Allí conocieron su historia y tuvieron una oración bajo la tutela de la Virgen de la Caridad. A ella se le pidió con el corazón en mano y, desde las alturas que brinda esa obra arquitectónica, descubrieron las posibilidades inmensas de la fe.

Los adolescentes en su peregrinación son signos de esperanza dentro de la cotidianidad de la provincia que acoge este Jubileo.
FUENTE: Arquidiócesis de La Habana en Jubileo y Arzobispado de Santiago de Cuba.