Los tres reyes vieron la estrella. Ella les guió en la oscuridad de la noche y les llevó donde José y María cuidaban a Jesús recién nacido. Gaspar, Melchor y Baltasar recorrieron todo el camino con la única idea de postrarse ante el Rey. Llevaron incienso, oro y mirra. Cada uno de estos regalos tenía un significado especial. El oro representa la realeza de Jesús, simbolizando que es el Rey de reyes. El incienso, la divinidad de Jesús y su papel como sumo sacerdote. Y la mirra, la humanidad de Jesús y su futura pasión y muerte.
Estos regalos no solo eran ofrendas materiales, sino símbolos profundos de la naturaleza divina y humana de Cristo. Este legado lo ha mantenido vivo la iglesia. Cada año se celebra el 6 de enero, la festividad profundamente arraigada en las comunidades católicas y que en Cuba a pesar de muchas cuestiones y carencias, va retomando fuerza.
Gracias al empeño de laicos comprometidos, sacerdotes, monjas, religiosos se ha mantenido con mucho cariño y dedicación este momento que tanto esperan y agradecen los más pequeños. En las comunidades se realizan diversas actividades y celebraciones que invitan a experimentar la gracia de Dios a pesar de lo distante en el tiempo del suceso. Los lugares de encuentro se llenan de luces, decoraciones y se explica el mensaje a los niños. La jornada comienza con una misa especial en la que se recuerda la importancia de la visita de los Reyes Magos y el simbolismo de sus ofrendas.
Festividades con los niños en la Purísima Concepción de Caibarién.
Una de las tradiciones más hermosas son las representaciones teatrales en las que los pequeños interpretan la historia de los Reyes Magos y su viaje a Belén. También se organizan juegos, concursos y cantos navideños que llenan de alegría y emoción a todos los asistentes.
Este año, a decir del Diácono Maykel Gómez, los pequeños de la parroquia de la Purísima Concepción de Caibarién, celebraron en una tarde de alegría y fiesta. Entre cantos, regalos y golosinas, los más pequeños disfrutaron de payasos y alegres canciones. Así vivieron este día especial que marca su vida en lo adelante.
Por su parte, las familias se unen para preparar alimentos y compartir momentos de reflexión y oración. Las parroquias organizan actividades comunitarias que fortalecen los lazos entre los vecinos y crean un ambiente de fraternidad y amor cristiano. Es un momento para recordar la importancia de la fe y de los valores transmitidos a través de generaciones. Así sucedió en Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, ubicada en Los Pinos, en La Habana.
Importancia de mantener viva esta tradición.
Es crucial mantener viva la celebración del Día de Reyes Magos en Cuba, no solo por su significado religioso, sino también por su impacto cultural y social. Esta festividad nos recuerda algo clave en la historia bíblica. Nos enseña la fe y perseverancia que mostraron Los Reyes Magos, que los llevó a encontrar a El Salvador. Además, es una oportunidad para inculcar en los niños el valor de la generosidad y el amor al prójimo.
Lo pudieron vivir así en la Catedral San Rosendo, de la Diócesis de Pinar del Río. Allí los presentes recibieron la visita de los Reyes Magos, quienes sorprendieron a los niños de la catequesis al terminar la Eucaristía que ellos animaron. Las fotos tomadas por Mercy Llerena Pando lo demuestran.
Cada Parroquia echa a volar la imaginación. En Palmira, la Parroquia Nuestra Señora del Rosario organizaron un recorrido por las principales calles del parque de la localidad. Los Reyes Magos, representados por niños y adolescentes de la comunidad, acompañados de la sagrada familia de Nazareth viajaron en caballos decorados, llevando consigo el mensaje de fe y esperanza que marca este día. Niños, jóvenes y adultos se unieron a la procesión con cantos y oraciones, reflejando la rica herencia cristiana de la región.
En la ciudad de Cienfuegos, la cabalgata inició en la parroquia de Montserrat y concluyó en la Santa Iglesia Catedral, ubicada en el emblemático parque José Martí. En este trayecto, fueron acompañados con aplausos y vítores por los fieles y niños que abarrotaron las calles para presenciar el paso del séquito. Al llegar a la Catedral, recibieron un pequeño regalo, además el Padre Manel Homar, Vicario General de la Diócesis recordó el significado de los regalos de los Magos.
La cabalgata de Reyes Magos, más que una tradición, fue un testimonio vivo de la fe y la esperanza cristiana en Cienfuegos. Dice la Escritura: «Unos Magos que venían de Oriente llegaron a Jerusalén preguntando: “¿Dónde está el rey de los judíos recién nacido?” Porque hemos visto su estrella en el Oriente y venimos a adorarlo» (Mt 2, 1-2).
El mensaje católico de los Reyes y su visita al Niño Jesús es un testimonio de la revelación de Dios a todas las naciones, simbolizando la universalidad de la salvación. Ese fue el mensaje que dejó la celebración en la Parroquia San Antonio de Padua. Mantener esta tradición viva en nuestras comunidades fortalece nuestra identidad como pueblo de fe y nos ayuda a transmitir importantes enseñanzas a las futuras generaciones.
En el oriente estuvieron Los Reyes.
En el oriente cubano, Arquidiócesis de Santiago de Cuba, comunidad de Alto Songo, la santa misa fue presidida por el Padre Xavier Thipusious, CMF, fue un encuentro lleno de gozo y esperanza con la mirada puesta en Jesús que se manifiesta a todos como Luz redentora en medio de tantas dificultades. También el Padre Thipusious, CMF exhortaba en su homilía a no dejar de buscar lo más importante: al Enmanuel, el Niño Jesús nacido en Belén y que cada celebración sea una renovación de nuestro compromiso con los valores cristianos y una reafirmación de nuestra esperanza en el mensaje de amor y redención que nos trae el nacimiento de Jesús.
El espíritu de unidad se fortalece entre los fieles con fiestas como estas, que ayudan a que sean los días más pasajeros, dentro de las adversidades que viven los cubanos. Es la iglesia, la luz que guía como un día la estrella guió a los Reyes.
Los Reyes Magos nos inspiran a seguir buscando a Jesús en nuestras vidas y a ofrecerle lo mejor de nosotros mismos. Sigamos celebrando con alegría y fe esta hermosa tradición, renovando cada año nuestro compromiso con el mensaje de amor y esperanza que nos trae el nacimiento de Jesús.
Sigamos el ejemplo de los Reyes Magos y ¡hagámosle un regalo a Jesús! Empecemos por regalarle nuestro corazón y hagamos promesas de conversión para el año que empieza: algo que nos haga mejores personas, más santos.
FOTOS Y DATOS TOMADOS DE LAS PUBLICACIONES PARROQUIALES.