La S.I.Catedral acogió la celebración de la Santa Eucaristía correspondiente al XXVI Domingo del Tiempo Ordinario. Así también la comunidad fue la anfitriona de los jóvenes que participaron en la Escuela de Liderazgo que se desarrolló del 27 al 29 de septiembre en la Casa Diocesana.
De tal forma concluyó este encuentro que se ha encargado de sembrar en los jóvenes la unidad y fraternidad para que continúen trabajando con un espíritu renovado por el Reino de Dios en la Diócesis de Ciego de Ávila. Agradecemos la presencia de Laura y Pablo, matrimonio Marista que guío esta Escuela, contagiando a los chicos con su sentido de acogida y creatividad.
Reflexión del P. Dariusz: La Importancia del Testimonio Juvenil.
Compartimos pues, algunos apuntes de la homilía del P. Dariusz (Administrador Diocesano). Entre nosotros están los jóvenes de distintas parroquias y comunidades. Gracias por su trabajo y su testimonio. Ellos están terminando una Escuela de Liderazgo que les da la posibilidad de dar un testimonio d su fe antes ustedes y por eso poner también nuevas formas y métodos del trabajo pastoral para ustedes. Eso no se podría hacer sin la presencia del matrimonio joven de Pablo y Laura, de la diócesis de Holguín. Gracias por su trabajo.
Necesitamos en esta Iglesia Diocesana una nueva sangre para expresar nuestra fe en Dios, y mucho más, con el entusiasmo de Papa Francisco: ”hay que cambiar a veces las costumbres y comenzar nuevos caminos”. “No tengan miedo a nadar en las profundidades de la vida”. (San Juan Pablo II)
La Envidia: Un obstáculo para la apertura al Espíritu Santo.
Ahora toca la reflexión de las lecturas de hoy. Pongámonos en el contexto de la enseñanza del domingo pasado cuando Jesucristo indicó claramente quién es primero, quién es último. Hoy tocamos un problema que nos afecta a todos. Cuando Jesús se acerca a nosotros no nos habla de los problemas que tenemos; siempre toca nuestros defectos espirituales. Hoy Él hace lo mismo, pues entre nosotros hay un defecto fuerte que no nos permite abrirnos al Espíritu Santo, al movimiento de esta tercera persona de Dios.
¿De cuál problema nos habla Jesús? La envidia. Nos propone un radicalismo evangélico: saca tu ojo, tu pierna…. ¿Cómo entender esto? Se trata de cierta facilidad humana de juzgar a los demás. Es una evaluación que condena a los demás por lo que se encuentra en nosotros mismos: la falta del amor a Dios y al prójimo. Esta facilidad de juzgar al otro es la consecuencia de lo que se encuentra en nosotros, en nuestro corazón: el miedo, miedo de nosotros mismos. Miedo de cambiar algo en nuestra vida.
Superar el Miedo al Cambio en la Vida Pastoral.
Este matrimonio joven, Laura y Pablo, nos ayudan a no tener miedo de cambiar nuestros pensamientos y trabajos en la Iglesia, no cambiando nada de este radicalismo evangélico. Es mirar lo mismo que nos dice Jesucristo, pero de otra manera. Este miedo provoca en nosotros una facilidad para juzgar a los demás.
Sin embargo, las personas a quienes nosotros juzgamos no hablan de lo que nosotros tenemos miedo. Los discípulos no quieren ver el bien hecho por tantas personas cerca de ellos. Ahora tenemos que hacer examen de la conciencia, tenemos que ponernos por la verdad delante de Dios.
¿Cómo Vemos y Tratamos a los Demás?.
¿Cómo tú ves a las personas? ¿Las tratas como enemigos o como alguien que necesita tu apoyo? A los jóvenes les he dicho esto: no tener miedo de dar testimonio a las personas que viven en las tinieblas y necesitan la luz de su forma de amar a los demás. Podemos decir que estamos cerca de Jesucristo por nuestra oración, por estar en la Iglesia, pero tratándolo como alguien que nos hace sentir más privilegiado y decir que los demás no merecen acercarse porque ellos no tienen los sacramentos. Jesucristo se acercaba a estas personas que necesitan médico para sanar sus corazones y cuerpos. Jesucristo ama a estas personas. Mi propia comodidad cierra la puerta a tantos que buscan a Jesucristo en su vida.
Jesucristo y la Inclusión: Un Llamado a Abrir Nuestros Corazones.
¿Qué es un pecado? El pecado es la falta de algo. Nosotros siempre miramos el pecado como un acto contra los mandamientos, también es verdad, pero es la falta en mi actitud, la falta de estar abierto al Espíritu Santo que me manda a poner los brazos abiertos para todos los que se acercan a la Iglesia, mucho más a los pobres en espíritu y de cosas materiales. Somos la Iglesia, pero la Iglesia no es nuestra, es de Jesucristo, y no tenemos ningún derecho d cerrar las puertas a los que se acercan.
Una Oración para Cambiar Nuestra Mentalidad y Ser más Abiertos.
Tenemos que pedir siempre por una oración: Jesús dame valor, dame la gracia de valorar a las personas que se acercan y ayúdame a cambiar mi mentalidad.