Hoy 15 de agosto del 2024 , la Catedral de Santiago de Cuba se viste de gala para conmemorar una de las festividades más significativas del calendario litúrgico: la Solemnidad de la Asunción de la Virgen María. Esta fiesta no solo es un momento de profunda espiritualidad para los fieles, sino que también representa una ocasión especial para honrar a la patrona de la Catedral, Nuestra Señora de la Asunción.
La celebración de esta fiesta patronal en la Catedral santiaguera tiene un peso histórico y devocional que se remonta a los primeros días de la fundación de la ciudad. Es un evento que reúne a la comunidad en un acto de fe y devoción, destacando la importancia de María en la vida de los católicos santiagueros.
Historia y Significado de la Fiesta
El título de Nuestra Señora de la Asunción tiene sus raíces en los inicios de la presencia española en Cuba. Originalmente, este título fue otorgado a la Virgen María en la fundación de Baracoa, la primera villa establecida en la isla. Baracoa, fundada en 1511 por Diego Velázquez, fue el primer asiento de la fe católica en Cuba, y allí se le confió a la Virgen María el título de Nuestra Señora de la Asunción.
Con el tiempo, cuando la villa de Santiago de Cuba fue fundada en 1515, el título de la Virgen se trasladó junto con la sede eclesiástica a esta nueva ciudad. Desde entonces, la Asunción de la Virgen ha sido venerada como la patrona de Santiago de Cuba, un símbolo de protección y guía espiritual para sus habitantes.
La devoción a Nuestra Señora de la Asunción está profundamente entrelazada con la historia de la Catedral de Santiago de Cuba. La iglesia, considerada la primera catedral construida en Cuba, ha sido testigo de siglos de historia, fe y cultura. Desde su consagración, la Catedral ha sido un faro de espiritualidad, acogiendo a generaciones de fieles que acuden a venerar a su patrona.
A lo largo de los años, la Asunción de María ha sido una de las festividades más esperadas y celebradas en Santiago de Cuba. La imagen de la Virgen de la Asunción, que preside el altar mayor de la Catedral, es un símbolo de la fe inquebrantable de los santiagueros. Cada 15 de agosto, la comunidad se reúne en la Catedral para honrar a María, reafirmando su devoción y agradecimiento por su intercesión maternal.
Detalles de la Celebración Eucarística
La celebración eucarística de este año en honor a Nuestra Señora de la Asunción fue un evento solemne y lleno de significado, presidido por figuras claves de la iglesia local.
El P. Osmany Massó, Vicario General de Santiago de Cuba, tuvo el honor de presidir la misa, acompañado por el P. Rafael Angel López-Silvero, párroco de la Catedral, y el P. Juan Elizalde, de la parroquia Santa Teresita. La presencia de estos sacerdotes no solo añadió solemnidad al evento, sino que también subrayó la importancia de la celebración para toda la comunidad eclesiástica de Santiago.
Participación de la Comunidad
La misa fue un verdadero encuentro de fe para la comunidad, con la asistencia de fieles no solo de la Catedral, sino de varias comunidades de la ciudad. La presencia de tantos devotos resaltó la unidad de los católicos santiagueros, quienes, a pesar de las dificultades cotidianas, se reunieron para celebrar a su patrona y renovar su fe en la intercesión de la Virgen María.
Mensaje de la Homilía
El P. Osmany Massó, en su homilía, no solo compartió una profunda reflexión sobre la Palabra de Dios, sino que también reveló aspectos personales de su vida, lo que tocó profundamente a los asistentes.
El P. Massó recordó con emoción sus primeros años en la Catedral, la iglesia donde fue bautizado, recibió la primera comunión y fue ordenado sacerdote. Estas remembranzas personales no solo conectaron al sacerdote con la comunidad, sino que también subrayaron la importancia de la Catedral como un lugar de formación espiritual y encuentro con Dios.
En su reflexión, destacó cómo en María, la Iglesia encuentra un signo viviente de que la Palabra de Dios no cae en el vacío. Hizo hincapié en que la Palabra es viva y tiene el poder de transformar la vida de quienes la escuchan y la acogen, tal como lo hizo María.
Referencia al Año Jubilar
El P. Massó también mencionó la celebración del año jubilar por los 500 años de historia de la Iglesia diocesana y de la Catedral de Santiago de Cuba. Este hito resalta la continuidad de la fe y la devoción en la región, y cómo la Catedral ha sido un pilar espiritual para generaciones de santiagueros.
Ambiente de la Celebración
El ambiente durante la eucaristía fue de profunda gratitud y alegría serena, a pesar de las adversidades que enfrentan los cubanos en su vida diaria.
Agradecimiento y Alegría
La misa fue vivida en un clima de agradecimiento por la protección y las bendiciones recibidas a lo largo del año. A pesar de las dificultades, la comunidad expresó su alegría y su fe, confiando en que, bajo la intercesión de María, podrán superar los retos que se presentan.
Intenciones y Súplica a María
Durante la celebración, las intenciones y súplicas de los fieles fueron puestas a los pies de Nuestra Señora de la Asunción. En un acto de confianza y esperanza, la comunidad pidió a la Virgen que intercediera ante su Hijo por las necesidades y dificultades que enfrentan diariamente, buscando en Ella consuelo y fortaleza.
La celebración de la fiesta de Nuestra Señora de la Asunción en la Catedral de Santiago de Cuba no solo es un evento litúrgico, sino una reafirmación de la fe y la devoción de los santiagueros. Este día, cargado de historia, espiritualidad y comunidad, renueva el compromiso de los fieles en seguir buscando la intercesión de la Virgen María en sus vidas diarias. En medio de las dificultades, la fe en María y en su Asunción al cielo se convierte en una fuente de esperanza y fortaleza, recordando a los fieles que no están solos en su camino espiritual.