
Aniel Santiesteban: Oficina de Comunicaciones del Obispado de Holguín

En este Año Jubilar la Iglesia nos invita a ser “Peregrinos de esperanza”, vamos a compartir cómo la Virgen de la Caridad nos ayuda en las distintas etapas y situaciones de la vida a mantener firme y alegre la esperanza en medio de las dificultades.
Cada año, Dios nos regala la oportunidad de celebrar la Novena y la Fiesta de la Virgen de la Caridad, madre y patrona de nuestro pueblo cubano, son días de gracia porque nos encontramos como hermanos, como familia para compartir la vida, la Palabra y la oración, lo cual despierta en nosotros el deseo de ser mejores personas, de ser verdaderos discípulos misioneros.
La guía para la Novena es para orientar y alentar este camino de preparación a la fiesta de nuestra Madre, es importante que la leamos antes de cada encuentro de modo que tengamos claros los pasos que vamos a dar para compartir el tema de ese día. Si estamos debidamente preparados vamos a lograr que todos participen, a través de las lecturas para que lo hagan en voz alta y pausada, también preparando el lugar: adornando, buscando flores o velas, procurando que todos tengan donde sentarse. Pero también es importante prepararse para usar libremente esta guía, por ejemplo: si por algún motivo se hizo demasiado largo la primera parte, saltear lo que hace referencia a la Enseñanza de la Iglesia. Tratar que los Encuentros comiencen lo más puntuales que se pueda y no se extiendan de modo indeterminado.
Vivamos estos días con expectativa, tratando de descubrir qué es lo que Dios nos quiere decir a través de la Novena, que respondiendo a la primera llamada que nos hace nuestra Iglesia cubana, podamos crecer en la comunión con Dios y en el espíritu fraterno, que nos impulsan a sentirnos corresponsables de la misión que nos confió Jesús.
Oración inicial: ORACIÓN POR NUESTRO PUEBLO
Oh, Dios, para quien nada hay imposible, hoy venimos ante Ti.
Sabes que nuestra querida Patria transita por tiempos muy difíciles
y que el pueblo cubano sufre, llora y carece de lo esencial.
¡Necesitamos tu ayuda, consuelo y fortaleza!
Solos no podemos encontrar caminos
de armonía y convivencia fraterna.
Necesitamos de tu Espíritu Santo
para que nos asista en esos empeños
y para buscar soluciones sabias y verdaderas
a los graves y urgentes problemas que nos afligen como pueblo,
de modo que cambien nuestras condiciones de vida
y podamos ser felices en esta tierra nuestra.
Escucha, oh Padre santo,
los ruegos de la Santísima Virgen de la Caridad,
Madre de Jesucristo y de todos los cubanos,
por estos sus hijos.
Atiende también los ruegos de este pueblo que te suplica,
poniendo en Ti toda su esperanza. Amén.