Urbi et Orbi 2025: Un Llamado Pascual a la Paz y la Esperanza del Papa Francisco
En este Domingo de Pascua, 20 de abril de 2025, el Papa Francisco, a pesar de su convalecencia, irradió un mensaje de esperanza y fe al mundo durante la bendición «Urbi et Orbi». Leído por Monseñor Diego Ravelli, Maestro de las Celebraciones Litúrgicas Pontificias, el mensaje pascual resonó con un llamado urgente a la paz, la solidaridad y el desarme global. Desde el sepulcro vacío de Jerusalén, el Papa recordó que Jesús, el Crucificado, ha resucitado, y que el amor ha vencido al odio, la luz a las tinieblas, y el perdón a la venganza.
Esperanza y Compromiso Pascual
Francisco enfatizó que la resurrección de Jesús es el fundamento de la esperanza, una esperanza que no defrauda, sino que compromete y responsabiliza. Invitó a todos a poner sus manos frágiles en la mano grande y fuerte de Dios, convirtiéndose en peregrinos de esperanza y testigos de la victoria del Amor.
Un Clamor por la Paz en el Mundo
Con el corazón dolido por los numerosos conflictos que asolan el planeta, el Papa exclamó: «¡Cuánta voluntad de muerte vemos cada día en los numerosos conflictos que afectan a diferentes partes del mundo!». En este contexto, renovó su llamado a la paz, instando a confiar en los demás, incluso en aquellos que nos son lejanos, pues todos somos hijos de Dios.
Cercanía con Tierra Santa
El Papa expresó su cercanía con el sufrimiento de los cristianos en Palestina e Israel, así como con todo el pueblo israelí y palestino, manifestando su preocupación por el creciente antisemitismo. Asimismo, recordó a la comunidad cristiana de Gaza, donde el terrible conflicto sigue llevando muerte y destrucción. Instó a las partes beligerantes a cesar el fuego, liberar los rehenes y prestar ayuda a la población hambrienta, que aspira a un futuro de paz.
Oración por las Comunidades en Conflicto
Francisco también invocó la paz para el Líbano, Siria, Yemen, Ucrania y el Cáucaso Meridional, pidiendo soluciones a través del diálogo constructivo y la firma de acuerdos de paz definitivos. Además, imploró paz y consuelo para los pueblos africanos víctimas de agresiones y conflictos, recordando que la paz no es posible sin libertad religiosa y sin respeto a las opiniones ajenas.
Desarme y Solidaridad
El Papa hizo un llamado al desarme, aclarando que la exigencia de defensa de cada pueblo no puede transformarse en una carrera armamentista. Con espíritu de solidaridad, pidió que no falten auxilios al pueblo birmano, atormentado por conflictos armados y por las consecuencias del devastador terremoto.
No a la Lógica del Miedo
Francisco instó a quienes desempeñan responsabilidades políticas a no ceder a la lógica del miedo que aísla, sino a usar los recursos disponibles para ayudar a los necesitados, combatir el hambre y promover el desarrollo. Clamó para que nunca se debilite el principio de humanidad ante la crueldad de los conflictos, recordando que lo que está en la mira no son objetivos, sino personas con un alma y una dignidad.
Jubileo 2025: Tiempo de Liberación
En la conclusión de su mensaje, el Santo Padre expresó su deseo de que la Pascua sea una ocasión propicia para liberar a los prisioneros de guerra y a los presos políticos. Encomendándonos a Cristo, el Papa nos recordó que solo Él puede hacer nuevas todas las cosas.