En la mañana del 2 de febrero la vida Consagrada que peregrina en la Diócesis de Santiago de Cuba, nos reunimos como una sola Comunidad para dar gracias a Dios por nuestro llamado y permitirnos que cada día renovemos nuestro Sí como María .
En el encuentro fraterno comenzamos nuestra preparación para peregrinar en comunión y así entrar por la Puerta Santa de nuestra Catedral.
Primeramente tuvimos una preparación guiada por la Hna Soledad Galerón, haciéndonos todo un recuento de cómo debemos vivir y conocer cada detalles de lo qué es, desde cuándo y cada cuántos años se celebra el Jubileo, y cómo debemos preprarnos para esto.
Nos motivó a descubrir ¿cómo debemos vivir este año Jubilar para que «no pase» sin dejar Huella?¿Cómo ayudar a nuestro pueblo con sentido? Lluego de interiorizar estas reflexiones nos dispusimos a vivir la celebración de la Eucaristía con el paso por la Puerta Santa.
Ya en la celebración de la Eucaristía un representante de cada comunidad compartió una breve reseña de cuándo, cómo y el tiempo que tiene en la Diócesis, compartiendo el carisma al cual estamos llamadas/os a vivir con nuestro pueblo.
Terminada la eucaristía compartimos un tiempo de celebración, donde compartimos la alegría de la Fiesta de la Presentación de Jesús, que para la Vida Consagrada es un momento que nos da la oportunidad para reconocer y dar gracias a Dios por el compromiso de las consagradas y los consagrados, dando gracias a Dios y descubrir su presencia en medio
de nuestro pueblo, como Iglesia en salida misionera, escuchando el sentir de los más pobres.
La Vida Consagrada renueva su SI y pide al Señor la Luz de su Espíritu, para que siempre descubramos su voluntad y nos guíe en el caminar de cada día.
En esta Fiesta de la Presentación del Señor, celebramos con alegría este precioso Don de
nuestra consagración y renovamos nuestra respuesta al llamado de Dios.
Hoy, como el primer día, respondemos al Señor “Aquí estoy, Señor, hágase tu voluntad”
FUENTE: Arzobispado de Santiago de Cuba
