Un viaje histórico en un momento de apertura
En septiembre de 2015, el Papa Francisco realizó una visita histórica a Cuba, siendo el tercer pontífice en pisar la isla después de San Juan Pablo II en 1998 y Benedicto XVI en 2012. Este viaje tuvo un significado especial en un momento crucial para la isla, marcado por procesos de transformación social y apertura hacia nuevos caminos de esperanza y encuentro

Mensaje de paz, justicia social y dignidad humana
Durante su estancia, el Papa Francisco transmitió un mensaje profundo de paz, justicia social y respeto a la dignidad humana. En sus encuentros con autoridades, religiosos y fieles, alentó a construir una sociedad más solidaria, donde los derechos humanos sean respetados y los más vulnerables encuentren apoyo y acompañamiento. Su presencia en Cuba fue un símbolo de acercamiento entre la Iglesia y el Estado, y un llamado a superar divisiones para caminar juntos hacia un futuro de fraternidad.

Encuentros multitudinarios y huella imborrable
Las multitudinarias misas, los encuentros con jóvenes y familias, y las palabras llenas de esperanza del Papa dejaron una huella imborrable en la isla. Su mensaje de misericordia y servicio resonó en los corazones de miles de cubanos, reafirmando el papel de la Iglesia como una fuerza transformadora y promotora de la paz.
Explora nuestra galería y homilías sobre la visita
Para quienes deseen profundizar en esta visita inolvidable, en nuestro sitio web hemos preparado una galería de imágenes que capturan los momentos más emblemáticos del viaje del Papa Francisco a Cuba, así como una selección de sus homilías y mensajes pronunciados durante su estancia. Les invitamos a visitar
iglesiacubana.org/viaje-apostolico-del-santo-padre-francisco-a-cuba/ para revivir este importante acontecimiento y reflexionar sobre su mensaje de esperanza y reconciliación
Un legado de servicio y solidaridad para el mundo
Este viaje a Cuba representa un capítulo fundamental en el legado del Papa Francisco, reflejando su compromiso con las periferias del mundo y su misión de construir puentes de paz y fraternidad en tiempos de cambio. Su llamado a vivir el Evangelio con un espíritu renovado de servicio y solidaridad continúa inspirando a la Iglesia y a la sociedad en toda América Latina y el mundo.