25 años de sacerdocio: acción de gracias por la vida y misión del Padre Yosvany.

El pasado 29 de julio de 2025, la Catedral de La Habana se llenó de gratitud y alegría al celebrar la misa de acción de gracias por los 25 años de sacerdocio del Padre Yosvany Carvajal Sureda.  Con apenas 24 años, Yosvany fue ordenado sacerdote por el Cardenal Jaime Ortega, convirtiéndose en uno de los presbíteros más jóvenes de su época en Cuba.

La misa fue concelebrada por el Cardenal Juan de la Caridad García, actual arzobispo de La Habana, y el Nuncio Apostólico en Cuba, Monseñor Antoine Camilleri, junto a numerosos sacerdotes, entre los que estaban compañeros de estudio y algunos que han sido alumnos suyos en el seminario.

Una vocación temprana y fecunda.

En su homilía compartió su agradecimiento a los presentes y a Dios. Hizo referencia a cuando 25 años atrás se ordenó sacerdote en esta misma catedral en la que hoy es párroco. Como renovación de su compromiso mencionó la difícil tarea de ser pastor, pero reconoció que siempre se ha sentido sostenido por Dios.

Comentó que creció siendo testigo de una iglesia unida, en medio de una sociedad atea, y en su camino le inspiraron aquellos valientes sacerdotes que en medio de tantas dificultades siguieron adelante. Ese profetismo le ayudó a seguir el camino que ha transitado en estos años como pastor.  

Expresó que con el paso de los años reconoce que el llamado al sacerdocio y el ministerio de servir en Cuba, más que un privilegio, es una misión, para abrir caminos de salvación a este pueblo que tiene tantas heridas, dijo, un pueblo que espera y necesita cambios urgentes, pero que también espera y necesita de Dios.

Su formación teológica se consolidó en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, donde profundizó en la Teología Bíblica, disciplina que ha marcado su estilo pastoral y académico. A su regreso, el Cardenal Ortega le confió la misión de rectorar el Centro Cultural Padre Félix Varela, espacio que hoy es referente de diálogo, formación y cultura en Cuba

Una celebración con sabor a comunión.

Invitó a permanecer en el amor, y dijo que contaba con la oración de cada uno de los laicos. La voz se le entrecortó y necesitó de una breve pausa para reponerse, cuando agradeció la compañía de sus padres allí presentes, que han sido su sostén. Se inundó el templo con un aplauso, porque quienes le conocen le saben un hombre muy sencillo y con un amor inmenso por su familia.

Una vida entregada al pueblo de Dios.

Durante estos 25 años, el Padre Yosvany ha sido párroco, docente, rector, promotor cultural y acompañante espiritual. Su labor en la Catedral de La Habana ha estado marcada por una profunda vida eucarística, una cercanía con los fieles y una visión pastoral que integra fe, cultura y compromiso social. Bajo su liderazgo, el Centro Félix Varela ha acogido iniciativas como Cuba Emprende, el Instituto de Estudios Eclesiásticos, la Cátedra de Música Sacra y espacios de diálogo inter religioso y académico.

Una celebración que traspasa fronteras.

A la misa asistieron fieles de la comunidad, representantes de otras parroquias y amigos llegados desde diversos países. Fue un testimonio vivo de la comunión de la Iglesia, y del impacto que el ministerio del Padre Yosvany ha tenido. Al finalizar la celebración, muchos se acercaron a él para mostrarle gratitud por el servicio y compañía. Su testimonio sigue inspirando a jóvenes, laicos y consagrados a vivir la fe con profundidad, alegría y compromiso.

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