«Que todos sean uno»: Jornada Ecuménica en Cuba renueva el compromiso por la unidad cristiana


«Para que todos sean uno, como tú, Padre, en mí, y yo en ti» (Juan 17:21)
El ecumenismo –ese «camino de diálogo y cooperación entre las distintas tradiciones cristianas»– cobró vida el 21 de junio en La Habana. En la Casa Sacerdotal San Juan María Vianney, católicos, protestantes y representantes de diversas denominaciones celebraron el Jubileo por la Unidad, un espacio donde Jesús, modelo supremo de unidad, inspiró el diálogo. Él, que rompió barreras al dialogar con samaritanos, paganos y marginados, nos llama hoy a construir puentes en Cuba. Parte de la jornada y el compartir lo siguió el Cardenal Juan de la Caridad García, quien estuvo atento a todo lo tratado por los participantes.


Un encuentro que deja huellas.
El ecumenismo –ese «camino de diálogo y cooperación entre las distintas tradiciones cristianas»– cobró vida el 21 de junio en La Habana. En la Casa Sacerdotal San Juan María Vianney, católicos, protestantes y representantes de diversas denominaciones celebraron el Jubileo por la Unidad, un espacio donde Jesús, modelo supremo de unidad, inspiró el diálogo. Él, que rompió barreras al dialogar con samaritanos, paganos y marginados, nos llama hoy a construir puentes en Cuba.


Tres miradas, un solo camino.
Desde su visión, el Padre Ariel Suárez Jauregui, párroco del Santuario Diocesano Basílica Menor de La Virgen de la Caridad (Iglesia Católica) presentó un recorrido histórico del ecumenismo, destacando hitos e iniciativas concretas para la unión de los cristianos. Habló de parte el proceso vivido por la iglesia, de como se ha vivido el ecumenismo y cuánto se trabaja con iniciativas que lleven a establecer una unión entre cristianos. Mencionó momentos claves de la historia hasta el día de hoy, haciendo una síntesis realista de lo que se necesita para avanzar.

Por su parte, el Pastor Amós López de la Iglesia Bautista William Carey, doctor en teología y decano del Seminario Evangélico, planteó la reflexión central: «¿Era Jesús una persona ecuménica? ¿En qué sentido fue Jesús una persona ecuménica?», demostrando cómo las prácticas de Cristo son fundamento para la unidad actual. Comentó que lo ecuménico debe entenderse como un concepto muy amplio e inclusivo. Que sea una inspiración profunda y sentida por la problemática humana. Hizo un llamado a «descubrir en cada persona su amor, fe y compasión».

Midiam Lovaina, Pastora bautista, directora docente del Centro de Estudios bíblicos y teológicos, miembro del Consejo Ecuménico de Cuba, compartió testimonios de lo que en años anteriores se vivió por el recelo hacia los cristianos. Dijo que aprendió desde muy joven que -el mundo ecuménico es muy frágil, pero gracias a generaciones que antecedieron se renovaron las celebraciones que ayudaran a la unidad-, destacando el valor del Octavario de Oración desde 1995. Invitó a las celebraciones que al paso de 30 años se mantiene y que se hace dos veces al año. Subrayó: «No hay diferencias cuando hay dolor».

Jesús: el primer ecumenista.

José Luis, joven encargado del diseño de la invitación, explicó que la imagen usada para la convocatoria es un fragmento de la obra “El icono de los nuevos mártires”, y representa a quienes murieron por la fe, recordando que la unidad exige sacrificio». Compartió con los presentes cada detalle y carga ecuménica de este cuadro.



Testimonios que inspiran acción.
El Pastor Orestes Roca (Matanzas) compartió los éxitos de colaboración interdenominacional en su provincia. Presentó las actividades a las que convocan desde la Primera Iglesia Bautista de Matanzas y con el apoyo del Centro Kairós para las artes, la liturgia y el servicio social, que ofrece diversas opciones a los que se acercan. «Cuando compartimos proyectos sociales, el ecumenismo florece»- dijo. Mantienen un encuentro sistemático entre líderes religiosos donde trazan estrategias para vivir en el año, lo que ha convertido a la provincia en un ejemplo de intercambio, unidad y ecumenismo.


Mapa de Compromisos.
Un momento grato fue la motivación de la Hermana Iyala, religiosa de las Hijas de la Caridad, quien convidó a los participantes a pensar un poco en lo vivido, ¿a qué me invita? ¿Qué despierta en el corazón? Las palabras que uno escribió, sirvieron para cubrir la silueta de un mapa de cuba, y este simbolismo evidenció lo que hace falta para trazar el camino por el cual caminar hacia el ecumenismo «Compromiso», «amor» y «oración» – un acto que, según la Hna. Iyala, «enciende luz de esperanza para el pueblo». Dejaba el llamado de «Ante los desafíos de Cuba, la unidad no es opción: es supervivencia espiritual.




Semillas en tierra fértil.
El cierre del día fue un momento de oración motivado por los hermanos del grupo ecuménico Taizé. Entre cantos y oraciones dejaron esta semilla que ya tiene la tierra fértil en la que nacer. Nuevas motivaciones para emprender el camino e ir sumando a otros por la unidad.



