El pasado 1 de marzo, la primera edición de Encuentro Habana reunió en el Centro Cultural Félix Varela a amigos de la comunidad del Movimiento Católico Comunión y Liberación en Cuba, así como a otros interesados que acudieron tras conocer del evento por diversas vías. Fue un espacio para reflexionar sobre la fe, la esperanza y los desafíos en la Cuba de hoy, a través del diálogo, la música, la poesía y la prensa.

El evento inició puntualmente con un diálogo entre la responsable del Encuentro, Laura Liz Sosa Bayona, y el arquitecto y empresario mexicano Oliverio González Rosario; quien con un mensaje inspirador, compartió su experiencia de vida: los momentos difíciles que enfrentó, como las adicciones, el alcoholismo y la pérdida de su padre. A pesar de todo, encontró sentido a su vida al reconstruirse y liderar un negocio con el que sostiene a su familia y sirve como ejemplo en su comunidad.


Este diálogo evidenció que, más allá de las dificultades, siempre existe una salida. A través de dos amigos comprometidos con la misión de la Iglesia, descubrió una nueva familia en la comunidad de Comunión y Liberación. Gracias a eso, encontró un propósito y un lugar al cual pertenecer, transformando su experiencia dolorosa en una oportunidad de redención y crecimiento personal. Reconoce que Dios, a través de Su Iglesia, tiene el poder de reconstruir y redimir.

En un segundo momento, se llevó a cabo un panel titulado La fe en Cuba frente a los desafíos actuales. Alejandro Mayo Serpa, responsable del movimiento Comunión y Liberación en Cuba, presentó a los invitados: el Padre Ariel Suárez Jáuregui, párroco de la Basílica Menor Nuestra Señora de la Caridad y secretario Adjunto de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba; el Dr. Yimel González Gálvez, abogado y profesor; y el escritor y poeta Roberto Manzano.



Cada panelista aportó desde su perspectiva profesional y personal al tema. El Padre Ariel reflexionó sobre el papel de la Iglesia como generadora de esperanza, recordando figuras clave como el Padre Varela, quien mostró la importancia de pensar y actuar con propósito, sembrando sin desánimo. Señaló que la Iglesia católica ha acompañado al pueblo cubano a lo largo de toda su historia, siendo un pilar presente en los momentos más desafiantes.

Por su parte, el Dr. Yimel González Gálvez compartió su experiencia como laico, destacando que hablar de esperanza en la Cuba actual puede parecer ilógico, pero es precisamente en esa virtud donde reside la fuerza para generar cambio. Explicó con historias conocidas que, incluso en medio de las dificultades, siempre existe la oportunidad de encontrar un propósito de vida y de inspirar a otros.

El poeta Roberto Manzano, con su característico enfoque imaginativo, resaltó que la esperanza es inherente a la condición humana. Subrayó la necesidad de encontrar dirección en tiempos de incertidumbre, afirmando que un espíritu sin rumbo es un espíritu condenado al estancamiento. Invitó a los presentes a soñar y a transformar la realidad con imaginación y creatividad, evitando girar sobre su propio eje para no estancarse y morir.

Un tercer y último acto tuvo como tema “El sentido religioso en la música”, con la participación al piano de la maestra Lisandra Pérez Mayo, y como presentador el Profesor Alfonso Calavia Arespacochea. Mediante la interpretación de tres piezas de música clásica y la lectura de fragmentos de artículos periodísticos y de comentarios de Don Luigi Giussani, se mostró cómo la chispa del sentido religioso puede saltar en los corazones de todos, aún cuando no somos conscientes de expresarlo.


Encuentro Habana tuvo lo que podría ser su primera edición gracias a la motivación de un grupo de amigos del Movimiento Católico Comunión y liberación Cuba. En otros países y ciudades se han llevado a cabo estas jornadas de encuentro, diálogo, intercambio y saberes, que posibilitan a todos los interesados un espacio con contenidos y vivencias desde la fe, la sociedad, la realidad y sus problemáticas, teniendo en cuenta que para el cristiano nada es ajeno.


En este espacio se compartió una exposición que los presentes pudieron disfrutar con la guía y acompañamiento de los miembros del equipo organizador. En la muestra se presentaron aspectos de la vida de don Luigi Giussani, sacerdote y fundador de este movimiento, nacido en Milán en los años Cincuenta, y que está presente hoy en noventa países del mundo. En una parte de la jornada estuvo presente Monseñor Eloy Ricardo, Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de La Habana, quien disfrutó de todo lo que se vivía en este ambiente, agradeció a los organizadores y compartió con los invitados.


Encuentro Habana, fue una cita que dejó un buen sabor y el deseo de más a quienes disfrutaron de este compartir. Generó la inquietud y el deseo de una nueva edición; aunque a decir de uno de los organizadores, aún no se ha escogido fecha ni tema de la próxima edición. La motivación y el deseo quedaron, acompañados, por las preguntas del poeta Cesare Pavese que fueron título del Encuentro Habana: ¿Acaso alguien nos ha prometido algo? Entonces, ¿Por qué esperamos?


