Abre sus puertas en segunda etapa con espacio renovado y Centro de Recursos bajo el nombre San. Pedro Poveda

HOLGUÍN, Cuba.-Un médico holguinero y un santo español han unido sus nombres para dar vida a una nueva etapa de la Biblioteca Diocesana en la Ciudad Holguín. En lo que fue, durante años, el despacho de consulta del Doctor Bernardo Fernández Velásquez, (1921-1996), funcionó la biblioteca de la Diócesis de Holguín. Ahora este mismo espacio inicia una nueva andadura que incluye un Centro de Recursos bajo el nombre de San Pedro Poveda (1874-1936), fundador de la Asociación Laical Institución Teresiana (IT) que gestionará esta nueva etapa a petición de la Diócesis.

En sus palabras de bienvenida durante el acto de inauguración de esta nueva etapa, Ela Alvarado, que coordina el proyecto, explicó sus objetivos. “Aspiramos a que este Centro ofrezca un ambiente donde se generen procesos formativos que permitan la construcción del conocimiento, un lugar donde se den la mano la fe y la cultura, un espacio de formación humana a través de mediaciones socio-educativas y culturales”. Se refirió al origen de este sueño cuando, en 2022, miembros de la Institución Teresiana en Holguín, intercambiaron ideas para crear un pequeño espacio cultural en su casa, iniciativa que, tres años después, se hacía realidad en la Biblioteca, en este espacio de la Diócesis.

Rosa María Fernández Chelala, hija del Dr. Fernández, tuvo una intervención durante el acto, centrada en dos palabras: memoria y agradecimiento. “Memoria de la familia que vivió en esta casa. Padres que educaron a sus tres hijos en los más profundos valores cristianos”, dijo. Explicó que el hijo menor, “nuestro padre, estudió medicina y aquí tuvo su consultorio, donde ejerció la medicina como un sacerdocio. Aquí se buscaba remedio a las dolencias del cuerpo, pero también eran aliviados los dolores del espíritu de muchos de los que venían. Fue un verdadero médico de cuerpo y alma”.

Agradeció “en primer lugar a la Iglesia, que destinó este lugar a Biblioteca y Centro de Recursos y a todos los que iniciaron este camino entre libros y saberes, haciendo un sueño realidad”. La Nena, como es conocida Rosa María, reconoció a Manolo Martínez, Olguita Guerra Ana Gloria Alonso Muñoz, Chichi Sors, Noelio Suárez Batista, los bibliotecarios que dejaron su huella y al P. Julián Fernández de Gaceo, Misionero del Verbo Divino que dio el impulso inicial con sus ideas y con los libros de la Editorial Verbo Divino, los cuales hoy engrosan los fondos.

Expresó su gratitud a Monseñor Emilio, “quien con acierto ha encargado la Biblioteca a la Institución Teresiana y a Ela Alvarado y el Equipo Coordinador de la Biblioteca, “que durante más de un año ha laborado sin descanso en la organización de los fondos y que me han aceptado entre ellos”.
Desde 2019 la Biblioteca permaneció cerrada durante varios años por la llegada del Covid-19 y su reapertura ha implicado para miembros y colaboradores de la IT, meses de limpieza, adaptación de los espacios, pulido del piso y digitalización de unos 2000 libros y cientos de revistas, suscripción de 83 entidades, para ofrecer un servicio más ágil a la población y un espacio apto para encuentros y conferencias.

“La iglesia siempre se ha interesado por la educación y la cultura”, explicó el P. Francisco Expósito durante el acto. Y como ejemplo de ello recordó que la primera biblioteca pública en Holguín radicó en el templo de San Isidoro, hoy catedral, desde 1922, aunque tuvo que cerrar en 1947 por falta de fondos oficiales. En la Catedral una placa recuerda su existencia.

En cuanto al origen de la Biblioteca Diocesana, recordó, cómo siendo él seminarista en los años 80 se ocupaba de la Biblioteca del Seminario San Carlos y San Ambrosio, en La Habana. Al morir, un obispo y sacerdotes historiadores dejaron sus bibliotecas al seminario. Se identificaron libros repetidos y él los pidió para formar una biblioteca en el Obispado de la diócesis de Holguín, iniciada en 1979, que no tenía.
La biblioteca se inició en un local de la planta baja del obispado. Años después se inició una biblioteca en la Casa de los Jóvenes (Máximo Gómez y Ángel Guerra). Al fallecer el Dr. Fernández, en 1996, se juntaron estos fondos en su ‘casa- consulta’ al cuidado del Centro Jansen en donde funcionó hasta su cierre por la Pandemia.

Antes de la bendición del lugar, el Obispo, Mons. Emilio Aranguren Echeverría proyectó un video del Papa Francisco pidiendo que las bibliotecas sean un “oasis de encuentro”. En sus palabras, durante un encuentro internacional, el 16 de noviembre de 2024, organizado por la Biblioteca Apostólica Vaticana, el Santo Padre señalaba, que ante el colonialismo ideológico y la cancelación de la memoria “se ha de responder con el cuidado de la cultura”.

El Papa recordaba que las bibliotecas están llamadas a transmitir el patrimonio del pasado de manera significativa para las nuevas generaciones, “cada vez más inmersas en una cultura líquida”.
Durante este evento, la directora del Orfeón Holguín, Marilyn Aldama interpretó dos boleros. En ambiente celebrativo se ofreció un brindis a los participantes. Al día siguiente entraba en la biblioteca el primer usuario que se pasó toda la tarde leyendo la Biblia y anotando en un cuaderno sobre la Vida de Jesús de Nazaret.
Más fotografías en: www.holguincatolico.org
FUENTE: Equipo de Comunicaciones Diócesis Holguín – Las Tunas