Este 25 de marzo, el Aula Magna de la Universidad de La Habana fue el escenario de una emotiva ceremonia en honor al Venerable Padre Félix Varela y Morales, una de las figuras más destacadas de la historia de Cuba. Contó esta cita con la presencia del Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de La Habana, Monseñor Eloy Ricardo Domínguez Martínez, así como sacerdotes, laicos e invitados.

Los presentes en nombre de la Iglesia Católica cubana se reunieron para esta sencilla, pero significativa muestra de respeto hacia el hombre que, a decir de muchos, es considerado uno de los fundadores de la nacionalidad cubana, justo cuando se conmemoraron 172 años de sepultura.

Luego de depositar la ofrenda floral y entonar las notas del Himno Nacional, hizo uso de la palabra Monseñor Ramón Suárez Polcari quien brindó a los presentes diferentes aspectos relevantes de la vida y el legado de Varela. Comentó varios apuntes incluidos en el libro “Señal en la noche» de la autoría de Monseñor Carlos Manuel de Céspedes. En esta disertación, destacó la figura Varela como sacerdote, educador, pensador e iniciador de nuevos caminos

Mencionó que fue un precursor “del estudio de la ciencia, sin dejar de ser un defensor de la fe católica en una época muy hostil, en la que se mantuvo como un hombre de diálogo”. Así, por más de media hora fue entrelazando pasajes importantes de este cubano imprescindible, que entendió desde bien temprano el significado de patria y nación.

Su muerte se produjo en San Agustín, Florida, el 18 de febrero de 1853. Sus restos por interés de un grupo de intelectuales y tras varias gestiones, llegaron a La Habana, para ser depositados en un monumento dentro del Aula Magna de la Universidad de La Habana.
Este recinto, símbolo de conocimiento y formación de generaciones de cubanos, guarda una profunda conexión con la figura de Varela, quien no solo fue un destacado sacerdote, sino también un intelectual y educador que sentó las bases del pensamiento independentista y humanista en la isla.

Su labor como profesor en el Seminario de San Carlos y San Ambrosio, así como desde su cátedra en la universidad, inspiró a sus estudiantes a pensar en la libertad y la soberanía de Cuba. Su legado como patriota y educador lo convirtieron en un símbolo de la lucha por la justicia y la emancipación, valores que se honran en espacios como el Aula Magna.
Impartió cátedras de Filosofía, Derecho y Constitución. Introdujo métodos innovadores en la enseñanza, promoviendo el pensamiento crítico y la libertad de ideas, lo que marcó un antes y un después en la educación superior en Cuba.
El pensamiento del Padre Varela y su acción, trascendieron su época, convirtiéndolo en un faro de inspiración para las generaciones posteriores. Para la Iglesia, representa la unión entre fe y razón, así como el compromiso con los más necesitados y la defensa de los derechos humanos.

Este acto de homenaje en el Aula Magna de la Universidad de La Habana no solo reafirma el vínculo indisoluble entre el Padre Varela, la iglesia católica y la historia de Cuba, sino que también refuerza su legado como un puente entre la fe, la cultura y la identidad nacional.
La ceremonia concluyó con una oración a la que invitaba el Obispo Auxiliar de La Habana, Monseñor Eloy Ricardo, en la que invitaba a siempre tener presente la fe católica y apostólica, la fe de la iglesia.

Se pidió por el Santo Padre, para que en este momento Dios le conforte en medio de su enfermedad. Por la patria cubana, para que crezcan en ella los valores cristianos y se promueva con generosidad el progreso y el bien de todos. Se pidió por las vocaciones al sacerdocio, por los educadores y todos los que están llamados a fomentar la educación y la cultura, para que sepan infundir en las nuevas generaciones los fundamentos cristianos.

Los presentes se acercaron al monumento y entonando las letras del canto Virgen Mambisa, concluyeron este tiempo que sirvió para enviar un mensaje de unidad y esperanza, recordando que el pensamiento y la obra del Padre Varela continúan siendo guía y referencia en la construcción de un futuro mejor para Cuba.
