El Santuario Diocesano de la Virgen de la Caridad recibió desde horas tempranas de la mañana del sábado 25 de octubre a un numeroso grupo de catequistas y misioneros de las cinco vicarías que conforman nuestra Diócesis, llegados a la ciudad de Santa Clara para vivir su Jubileo.


Sobre las ocho de la mañana el numeroso grupo peregrinó desde la plaza del Obispado hasta el contiguo Templo Jubilar y entraron por la Puerta Santa portando la «Cruz de la Esperanza», acompañados por el Himno del Jubileo.

La mañana transcurrió entre el compartir fraterno, propiciado por momentos de oración, dinámicas grupales y la escucha atenta a las charlas “Catequistas y misioneros, mensajeros de esperanza” y “San Antonio María Claret, un modelo a seguir” del hermano Stephen Zammit SDC y de S.E. Cardenal Juan de la Caridad García, respectivamente.

La jornada culminó con la celebración de la Santa Misa presidida por el Cardenal Arzobispo de La Habana y concelebrada por monseñor Arturo González Amador y varios sacerdotes del presbiterio diocesano.
En su homilía, el celebrante invitó a todos a ser misioneros desde las respectivas familias: «Tenemos una tierra, un lugar de gente maravillosa y extraordinaria, tenemos nuestra familia (…) convirtamos nuestros hogares en un cielo, pero para que nuestra casa sea un cielo hay que enseñar (…) la manera de acabar con la delincuencia, la violencia, el alcoholismo y la drogadicción es enseñando el bien desde nuestros hogares».


Exhortó, además, a hacer de las casas un espacio de luz que irradie el Evangelio: «Que nuestras familias sean una luz para las otras familias y que todo el mundo pueda ir a nuestra casa ya sea a pedir agua, ya sea por un plato de sopa para un enfermo, ya sea para llorar sufrimientos y penas, ya sea para escuchar un consejo; así nuestra casa se convertirá en un templo donde nosotros podemos dar fe (…) haremos de nuestra casa una casa de misión, un templo de oración, de enseñanza y de caridad, un cielo».



Antes de concluir la Eucaristía, los catequistas y misioneros fueron enviados y Mons. Arturo González Amador, agradeció a los que organizaron tan emotivo y profundo encuentro, y a todos los presentes, especialmente al Cardenal por haber aceptado la invitación para compartir esta mañana: «gracias por su presencia, eres un hermano muy querido, gracias por haber presidido esta Eucaristía, por las palabras o la reflexión, gracias por ser un hombre de Iglesia y misión, gracias por tu testimonio de fe».


El Padre Obispo presentó además un grupo de materiales catequéticos que se estarían ofreciendo a todos para llevar y acompañar la misión evangelizadora de la Iglesia.
¡Santos Juan Pablo II y Antonio María Claret, ruegen por los catequistas y misioneros, por nuestro pueblo e Iglesia que peregrina en Cuba!
Oficina de Prensa del Obispado de Santa Clara
🏻 Omar Vega Rodríguez
Yassel Santiso Rangel y Miguel Ángel Benítez
