Este 18 de octubre, en vísperas del Día de la Cultura Cubana, se celebró en el Centro Cultural «Padre Félix Varela» el Jubileo de la Cultura, una jornada que unió fe, memoria y compromiso en el espacio sagrado de la S.M.I. Catedral de La Habana, templo jubilar.

El evento, presidido por Mons. Juan de la Caridad García, Arzobispo de La Habana, contó con la presencia de Mons. Eloy Ricardo Domínguez, y de Mons. Antoine Camilleri, Nuncio Apostólico en Cuba, quienes acompañaron este gesto de comunión entre fe y cultura. En la celebración de la Palabra acompañó al Cardenal el Padre Yosvany Carvajal, Párroco de la catedral habanera, además de peregrinos, artistas y autoridades eclesiales, en un gesto de gratitud por las raíces culturales que nos sostienen y por la esperanza que nos impulsa.


La homilía compartida por el cardenal fue un momento de profunda reflexión espiritual y social, en el que exhortó a los presentes a rescatar la cultura de la honradez. Dijo que “la cultura del diálogo es fundamental para la paz y la convivencia en todos los niveles de la sociedad. Desde la pareja hasta los vecinos, desde las diferencias políticas y económicas, el diálogo es la clave para mantener la concordia, evitar la violencia y preservar las virtudes”.
Mencionó que “Es nuestro deber rescatar lo que se ha perdido, mantener viva la concordia familiar y la cultura de la moral que ha distinguido a nuestro pueblo”. Invitó a que “mantengamos en alto el valor de expresar nuestras ideas, aunque a veces no sean agradables, porque es una contribución al bien común. Como lo soñó el Venerable Padre Félix Varela: «No hay patria sin virtud, ni virtud con impiedad. No hay familia sin virtud, ni virtud con impiedad. No hay Iglesia sin virtud, ni virtud con impiedad».

Sus palabras resonaron como un llamado a reconocer que la cultura cubana no es solo arte o tradición, sino también espiritualidad encarnada: una forma de vivir con dignidad, de construir comunidad, de caminar con Dios. En este sentido, el Jubileo se convirtió en un acto de afirmación de nuestra identidad cristiana y cubana, en un tiempo donde la cultura necesita ser defendida no solo desde los escenarios, sino también desde los valores.
El Padre Yosvany en la bienvenida invitó a reconocer que “toda verdadera belleza y sabiduría viene de Dios. Es él, quien da una vocación especial por la belleza”. Aprovechó para hacer mención a la génesis de la celebración del 20 de octubre como día de la cultura cubana, resaltando la matriz cristiana de esta fecha por el vínculo entre fe y cultura.


El recorrido expositivo se inició por la sacristía de la catedral, donde se exhibieron valiosas piezas históricas vinculadas a Figuras destacadas y antiguos ritos de la Iglesia. En el patio del Centro Cultural “Padre Félix Varela” se mostraron 27 pinturas “inspiradas en la fe, donde convergen arte, espiritualidad y modernidad”, a decir de su creador el artista José Luis García Cortés.


Hubo una velada cultural con la interpretación de clásicos de la música cubana en la voz de la cantante lírica Milagros de los Ángeles Soto, Vox Cordi, Enssemble Cantabile y el pianista y director Ramón Leyva, cuyas interpretaciones elevaron el espíritu de los presentes, ofreciendo a los visitantes una oportunidad para contemplar la belleza como camino hacia lo trascendente.
Celebrar el Jubileo de la Cultura en este contexto es también una forma de preparar el corazón para el Día de la Cultura Cubana, reconociendo que nuestras raíces están tejidas con fe, resistencia y esperanza. Es un tiempo para agradecer, para renovar el compromiso con la verdad y la belleza, y para seguir construyendo una cultura que refleje el rostro de Dios en medio de nuestro pueblo.