Celebración Jubilar de los Catequistas en Cuba

24–26 de octubre | Fiesta de San Antonio María Claret

La Comisión Nacional de Catequesis e Iniciación Cristiana invita con alegría a todas las comunidades del país a participar en la Celebración Jubilar de los Catequistas, que tendrá lugar del 24 al 26 de octubre, en el marco de la Fiesta de San Antonio María Claret, Patrono de la Catequesis en Cuba.

Este Jubileo es una ocasión privilegiada para dar gracias a Dios por la vocación catequética, renovar el compromiso evangelizador y reconocer el servicio silencioso y fecundo de tantos hombres y mujeres que, a lo largo de los años, han sembrado la fe en el corazón del pueblo cubano.

Memoria agradecida

Durante ese fin de semana, se anima a los párrocos, comunidades religiosas y grupos laicales a tener un gesto concreto de gratitud hacia los catequistas que, hoy ya ancianos o enfermos, entregaron su vida al anuncio del Evangelio. Visitas, cartas, celebraciones o sencillos homenajes pueden ser signos visibles de esa memoria agradecida que fortalece la comunión eclesial.

Nosotros somos fruto de una semilla sembrada en nuestras vidas en décadas pasadas y, de esta forma, a los catequistas corresponde sembrar hoy la semilla en aquellos que serán la Iglesia del futuro.

La catequesis: corazón de la transmisión de la fe

La catequesis es mucho más que una enseñanza, es acompañamiento, testimonio y formación integral. A través de ella, niños, jóvenes y adultos descubren el rostro de Cristo, aprenden a vivir como discípulos y se integran activamente en la vida de la Iglesia.

En contextos como el nuestro, donde la fe se transmite muchas veces en medio de desafíos sociales y culturales, el catequista se convierte en puente entre la tradición viva de la Iglesia y las nuevas generaciones, con creatividad, paciencia y profunda espiritualidad.

San Antonio María Claret: sembrador incansable del Evangelio

Nacido en España en 1807, San Antonio María Claret fue un misionero apasionado, fundador de los Misioneros Claretianos y arzobispo de Santiago de Cuba entre 1850 y 1857. Durante su ministerio en la Isla, se destacó por su cercanía al pueblo, su defensa de los pobres y su impulso a la formación cristiana.

Fue un catequista incansable, convencido de que la Palabra de Dios debía llegar a todos, especialmente a los más sencillos. Promovió la creación de escuelas, la formación de agentes pastorales y la publicación de materiales catequéticos adaptados a la realidad cubana de su tiempo.

Por su ardor evangelizador y su amor a la catequesis, fue proclamado Patrono de la Catequesis en Cuba, y su fiesta, el 24 de octubre, se celebra como día especial para todos los que anuncian la fe en nuestras comunidades.

San Antonio María Claret, ruega por nosotros y por todos los catequistas de Cuba.

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