Con el propósito de evaluar los avances y desafíos del programa Aprendiendo a crecer, el pasado viernes 20 de junio se realizó una jornada de reflexión en la Casa Sacerdotal San Juan María Vianney, que combinó momentos de inspiración espiritual, análisis crítico y dinámicas participativas. Esta actividad estuvo dirigida a los voluntarios de los diferentes proyectos, con el objetivo de valorar el trabajo realizado durante todo un año y mejorar su accionar en futuras etapas.

Un inicio inspirador: gratitud y servicio
La jornada comenzó con una emotiva charla del Pbro. Dainier Lazo Deus, CM, quien abordó el tema “La importancia de ser agradecidos”, enfatizando el valor de la labor voluntaria en los proyectos sociales. Desde una perspectiva espiritual, el sacerdote leyó el pasaje bíblico de los diez leprosos (Lucas 17:11-19), resaltando cómo solo uno de ellos volvió a agradecer, lo que sirvió como reflexión sobre la gratitud en el servicio a los demás.

Para cerrar su intervención, el Pbro. Dainier compartió el poema “Oda a las gracias” de Pablo Neruda, un tributo a las pequeñas y grandes bendiciones de la vida, que resonó profundamente entre los asistentes.
Claves para el futuro: mejorando nuestro trabajo
Tras el momento de reflexión, se realizó un análisis participativo donde se identificaron aspectos clave para fortalecer el programa. Entre ellos destacan la necesidad de mejorar la comunicación interna y el trabajo en equipo, fomentar la capacitación continua de los voluntarios y establecer metas más claras y alcanzables. Con estos enfoques, el programa busca crecer en su servicio para el bienestar de los beneficiarios.


Cierre con energía y alegría
La evaluación concluyó con dinámicas grupales dirigidas por Sara María Morales, voluntaria de los proyectos Despertar y Alas por un sueño. A través de juegos y reflexiones, se reforzaron el trabajo en equipo y la cohesión entre los participantes. Este ambiente lúdico permitió afianzar los lazos entre los voluntarios y renovar el compromiso con la misión del programa.


El balance de la jornada dejó claro que Aprendiendo a crecer sigue avanzando, aunque enfrenta desafíos que requieren atención. Con un equipo motivado y estrategias para mejorar, el programa busca ampliar su alcance y continuar transformando vidas desde la solidaridad y la fe.
El camino continúa, y con gratitud y trabajo en equipo, los frutos no se harán esperar.
Tomado del Muro de: Cáritas Habana
