Por: Hno. Héctor Ávalos Gil fms
Cienfuegos, 10 de marzo de 2015.-Con tremenda alegría, los jóvenes de la diócesis de Cienfuegos nos encontramos el sábado 7 de marzo para celebrar los "III Juegos Padre Panchito” y compartir nuestro entusiasmo en un ambiente atlético-deportivo.
Además de ser un espacio festivo, los juegos P. Panchito promueven la integración de los jóvenes en un ambiente de sano esparcimiento. Así que, desde muy temprano, fueron llegando los muchachos y muchachas de Aguada, Cumanayagua, Cruces, Palmira, Lajas, Tulipán, Cienfuegos, Catedral, Patrocinio y demás municipios.
Antes de iniciar los juegos, hicimos una pequeña semblanza de la vida de nuestro querido Padre Panchito, Francisco Ortiz Muñoz, a quien tanto queremos los cienfuegueros y recordamos como un buen sacerdote y médico.
Luego de entonar las notas de nuestro Himno Nacional, los participantes hicimos dos grandes equipos para competir en carreras de velocidad, relevos, lucha a la soga, futbol, voleibol y muchos juegos más.
Esta vez, el triunfo correspondió para el equipo rojo, quedando el marcador final de la siguiente manera: ROJOS 72 puntos, AZULES 52. Y, aunque no hubo medalla, ni trofeo dorado para los ganadores, a todos nos quedó la alegría de haber compartido nuestra vida y fe en un ambiente sano entre los jóvenes y haber celebrado el sexto aniversario de su partida a la Casa del Padre, de nuestro buen sacerdote.
Panchito, médico de profesión y sacerdote por vocación. Panchito, hombre cercano, sembrador de fraternidad, a quien sólo le importaban los demás. Panchito, sacerdote que supo mostrarnos el rostro de un Dios misericordioso y bueno. Panchito, mi confesor predilecto que en un abrazo me dijiste al oído: “Hécti”: Papá Dios te ama”. Panchito, párroco de mil pueblos y ciudades. Panchito, médico de mil hombres y mujeres.
Panchito de mil responsos y recetas. Panchito de las periferias y servidor de los humildes. Panchito donador del Pan de la unidad y la Palabra. Panchito “mar adicto, marino dependiente”. Panchito de las mil y una anécdotas. Panchito apasionado por el Reino. Panchito, a quien conocí en Tulipán y lo vi partir en Caonao, quiero cantarte nuevamente tu canción favorita: “Que detalle, Señor, has tenido conmigo, cuando me llamaste...”