Texto: Eduardo Delgado Morgado
Diócesis de Ciego de Ávila, Punta Alegre, 17 de marzo de 2014 / En la lejana comunidad de Punta Alegre, un pintoresco pueblito de pescadores bañado por las aguas del Océano, educadores de las distintas parroquias de la Diócesis de Ciego de Ávila confluyeron en el lugar para celebrar en la capilla del pueblo una convivencia cuaresmal los días 14 y 15 de marzo del 2014.
Todo estaba a punto cuando llegaron los jóvenes educadores tras fatigoso viaje, algunos mientras se acomodaban en las casas donde se alojarían aprovecharon el momento para darse un chapuzón y quitarse algo del cansancio más tarde ya cuando el sol declinaba sus rayos el Fray José . Zaraiba OSA daba la bienvenida oficial en la misa presidida por él. El padre Zaraiba, como todos le conocen en el lugar, visiblemente alegre, manifestó que estos encuentros hacían mucho bien a las pequeñas comunidades que al brindar la acogida se sentían protagonistas en la acción pastoral de nuestra diócesis.
La convivencia de Educadores católicos y no católicos fue un encuentro para agradecer a Dios la oportunidad de convivir y compartir como hermanos de fe y como hermanos educadores, todos guiado por la hermana escolapia Laura Benítez Cuevas llegada desde La Habana para impartir en dos días el tema: Las competencias educativas, cuyo antecedente hay que buscarlo desde el informe de Jacques Delors (1996), UNESCO; una propuesta novedosa desde el enfoque del paradigma Constructivista cuya concepción epistemológica, didáctica y metodológica se enmarca dentro de la Pedagogía Contemporánea por los principios que sustenta, sin embargo, es desconocida en nuestra realidad educativa con esos supuestos teóricos, muchos de los presentes, maestros y profesores de distintos niveles de la enseñanza elemental en nuestro país mostraron su interés por un tema desconocido para ellos, cuestión prioritaria si de educación de calidad en el siglo XXI. Queremos hablar. La UNESCO viene planteando su preocupación al respecto: No podemos seguir en una escuela del siglo XIX, con maestros y profesores en el siglo XX y con alumnos del siglo XXI.
Esos son los retos que quedaron bien claros en los educadores que asistieron al evento, todos regresaron repletos de esperanzas para transformar su realidad educativa !Dios ilumine sus esfuerzos y entrega de este pasado fin de semana! ¡Ánimo hermanos educadores, Dios permita salgamos fortalecidos en esta Cuaresma para ayudar en el cambio de mentalidad en la práctica docente de nuestras comunidades educativas de base!