Homilía de Mons. Willy en la Fiesta de la Asunción de María en
la ahora Basílica Menor de Baracoa
Baracoa, 15 de agosto del 2013
Queridos hijos e hijas: Una vez más, la Iglesia elogia, en su
liturgia, a una mujer de carne y hueso como todas, la Virgen María,
pero que fue escogida por Dios “entre todas las mujeres”. Cada vez
que celebramos la fiesta de la Asunción de María a los cielos, se
nos presenta ante los ojos la grandiosa señal de la que nos habla la
primera lectura de la Misa de este día: una mujer revestida por el
Sol, o sea, inmersa en la luz de Dios
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Por: Mons. Wilfredo Pino
Guantánamo-Baracoa, 14 de agosto de 2013 / La Diócesis
de Guantánamo-Baracoa quiere compartir con toda la Iglesia cubana su
alegría por la feliz noticia de que la Sagrada Congregación para el
Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, en virtud de las
facultades particulares otorgadas por el Papa Francisco, y mediante
Decreto, ha concedido el título y la dignidad de BASÍLICA MENOR, con
todos los derechos y concesiones litúrgicas correspondientes, a la
Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción de Baracoa, lo
que se hará de
Texto y Foto: Rayner Lobaina Garcia Baracoa, Guantánamo, 3 de agosto de 2013 / “Alabado seas, mi Señor, por la hermana nuestra madre tierra, la cual nos sostiene y gobierna y produce diversos frutos con coloridas flores y hierbas…” Inspirados por este fragmento del Cántico de las creaturas compuesto por San Francisco de Asís, un grupo de adolescentes de Baracoa vivió una inolvidable convivencia de verano a orillas del río Duaba.
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Mensaje radial de Monseñor Wilfredo Pino Estévez, Obispo de la Iglesia Católica de Guantánamo-Baracoa con motivo del Día de los Abuelos Queridos y maravillosos abuelos y abuelas de la provincia: Los meses de mayo y junio nos dejaron algo especial para cada familia con las celebraciones de los días de las Madres y de los Padres.
Homilía de mons. Willy, en la misa del segundo día de la convivencia sacerdotal en el Año de la Fe Baracoa, 10 de julio del 2013 Queridos sacerdotes: El regalo de que podamos celebrar diariamente la Eucaristía es, en cada ocasión, una oportunidad para reflexionar en lo vulnerables que son, al mismo tiempo, este Sacramento y la Iglesia que lo celebra.
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