Lluvia, imprevistos, pero siempre bendiciones
Texto y foto: María del Rosario Piorno Montes de Oca
San Luis, arquidiócesis de Santiago de Cuba, 21 de mayo de 2013 / La Solemnidad de Pentecostés comenzó con la celebración de la Vigilia Pascual, después que un “diluvio” limpiara el polvo de calles y techos del pueblo, como signo exterior que allanara con pulcritud la venida del Espíritu Santo. No obstante suelos mojados, los católicos sanluiseros deseosos de recibir la aspersión del agua bendecida y la Palabra que renueva los corazones, acudieron a la eucaristía que, como para la ocasión, estuvo concelebrada por los sacerdotes Nicolás, Arturo y el colombiano Ricardo Benjumea.