Se llegó a asociar especialmente el muérdago con la Navidad porque los pueblos nórdicos lo consideraban sagrado y le atribuían poderes maravillosos: se colgaban sus ramas en los dinteles de las puertas como amuletos. También era objeto de muchas supersticiones el acebo, porque se creía que sus hojas representaban la corona de espinas del Salvador, y sus bayas rojas y brillantes, las gotas de sangre. El árbol de Navidad se generalizó en tiempos relativamente recientes. Procede de Alemania y la primera mención escrita que de él se hace se encuentra en una crónica del año 1605. Según la leyenda corriente entre el pueblo alemán, fue Lutero quien, medio siglo antes, había iniciado la costumbre al poner velas en el árbol para que simbolizasen ante los ojos de sus hijos las estrellas brillantes de la Nochebuena.
Se cuentan muchas otras leyendas sobre el árbol de Navidad. Una de las más antiguas nos lleva a la Alemania del siglo VIII, cuando el misionero San Bonifacio estaba tratando de terminar con la práctica de los sacrificios humanos ante el roble sagrado. Veía que era difícil dar fin a esta costumbre y acabó por llevar a sus conversos al bosque, en la noche de Navidad, y les mostró un abeto, que pertenecía -les dijo- al Niño Dios. “Tomad este árbol -dijo San Bonifacio- y llevadlo a vuestros hogares como signo de vuestro nuevo culto. No celebréis por más tiempo el poder de Dios en el bosque con vergonzosos ritos, sino en la santidad de vuestros hogares, con alegría y amor”.
Al comienzo del siglo XIX, casi toda Alemania había adoptado el Árbol de Navidad, y poco después, se extendió la costumbre a la mayoría de los otros países europeos y americanos.
Hoy el significado del Árbol de Navidad no debe llevarnos a ponerlo como un mero objeto decorativo, porque es lindo, por que las luces animan, porque está de moda, porque “ya” todas las casas lo tienen ¿por qué yo no?; el significado va más allá. Sí hay que ponerlo, iluminarlo, alegrar la casa, el barrio, nuestras vidas…, pero a sus pies nunca debe faltar el nacimiento, si no tenemos las figuritas tradicionales pues entonces una estampa, postal lo principal es identificar el sentido del ¿por qué?: las luces y todo lo demás.
¡FELIZ NAVIDAD!