Se asegura que el iniciador de esta bella costumbre fue San Francisco, en la Nochebuena del año 1224, cuando preparó un establo en la esquina de una iglesia aldeana, cerca de Asís donde los actores fueron animales reales y personas.
Pana poner el nacimiento hay que seguir un orden, la forma usual es una cueva construida de cartón y yerba, o un establo. Las figuras de José y María están cerca de la cuna, y a su lado, la mula y la vaca, tendidas cerca del Niño Dios, con los pastores y los Reyes Magos. Se suspenden sobre la cueva o establo los ángeles, una estrella brillante o una paloma blanca.
Si contamos con más espacio y figuritas de ángeles y pastores podemos hacer un poco más retirado del establo o cueva –preferiblemente un lugar que de imagen de un lugar llano la escena del anuncio del ángel a los pastores con una pequeña fogata en medio de ellos.
En la Nochebuena el nacimiento se ilumina con luces, que se encienden todas las noches hasta la Epifanía (el duodécimo día después de Navidad), hay quienes suelen extenderlo hasta el próximo domingo en que se celebra el Bautismo del Señor, retirando el nacimiento hasta la próxima Navidad.
Hoy el significado del Árbol de Navidad no debe llevarnos a ponerlo como un mero objeto decorativo, porque es lindo, por que las luces animan, porque está de moda, porque “ya” todas las casas lo tienen ¿por qué yo no?; el significado va más allá. Sí hay que ponerlo, iluminarlo, alegrar la casa, el barrio, nuestras vidas…, pero a sus pies nunca debe faltar el nacimiento, si no tenemos las figuritas tradicionales pues entonces una estampa, postal lo principal es identificar el sentido del ¿por qué?: las luces y todo lo demás.
Toda la familia debe cooperar en la construcción del nacimiento, frecuentemente sobre una mesa o en un rincón de la sala. Las figuras son en general de yeso o pasta de cerámica, o en casos como este en que la mascota de la casa también encuentra un lugar para dar calor al Niño Jesús.
¡FELIZ NAVIDAD!
Pana poner el nacimiento hay que seguir un orden, la forma usual es una cueva construida de cartón y yerba, o un establo. Las figuras de José y María están cerca de la cuna, y a su lado, la mula y la vaca, tendidas cerca del Niño Dios, con los pastores y los Reyes Magos. Se suspenden sobre la cueva o establo los ángeles, una estrella brillante o una paloma blanca.
Si contamos con más espacio y figuritas de ángeles y pastores podemos hacer un poco más retirado del establo o cueva –preferiblemente un lugar que de imagen de un lugar llano la escena del anuncio del ángel a los pastores con una pequeña fogata en medio de ellos.
En la Nochebuena el nacimiento se ilumina con luces, que se encienden todas las noches hasta la Epifanía (el duodécimo día después de Navidad), hay quienes suelen extenderlo hasta el próximo domingo en que se celebra el Bautismo del Señor, retirando el nacimiento hasta la próxima Navidad.
Hoy el significado del Árbol de Navidad no debe llevarnos a ponerlo como un mero objeto decorativo, porque es lindo, por que las luces animan, porque está de moda, porque “ya” todas las casas lo tienen ¿por qué yo no?; el significado va más allá. Sí hay que ponerlo, iluminarlo, alegrar la casa, el barrio, nuestras vidas…, pero a sus pies nunca debe faltar el nacimiento, si no tenemos las figuritas tradicionales pues entonces una estampa, postal lo principal es identificar el sentido del ¿por qué?: las luces y todo lo demás.
Toda la familia debe cooperar en la construcción del nacimiento, frecuentemente sobre una mesa o en un rincón de la sala. Las figuras son en general de yeso o pasta de cerámica, o en casos como este en que la mascota de la casa también encuentra un lugar para dar calor al Niño Jesús.
¡FELIZ NAVIDAD!