A la misa y al acto celebrado a continuación asistieron el Sr. Cónsul de la Embajada de Hungría en Cuba, exmo. sr. Zsolt Király, su esposa e hija, así como el Delegado de la Inspectoría de las Antillas de los Salesianos de Don Bosco, P. Miguel Ángel Fernández, así como otros sacerdotes salesianos y de la ciudad.   


La celebración eucarística ha sido presidida por nuestro obispo Mons. Arturo González Amador en la Iglesia del Carmen; ermita erigida a mitad del siglo XVIII por uno de nuestros más recordados próceres, el P. Juan de Conyedo.  Allí se ha inaugurado el museo dedicado a un húngaro, que vino a Cuba en 1936, se hizo ciudadano cubano en 1945 e hizo suya esta tierra, hasta que murió el 8 de octubre de 1979. Un sacerdote ejemplar, sembrador de paz, hombre de bien, de una profunda y marcada unión con Dios, que supo vivir del Evangelio hasta el final de sus días.

Se trata del aposento donde viviera casi 25 años el P. José Vandor, sacerdote salesiano, en una ciudad que lo acogió como un hijo. Ciudad que le ha reconocido como un hombre de paz y de bien, y donde ha comenzado desde hace 10 años el proceso de su canonización.

En efecto, la inauguración surge en el momento en que la causa avanza con sólidos pasos hacia su feliz término. El museo es un lugar para peregrinar, para ver las pocas pertenencias del P. Vandor, para rezar y pedir por las necesidades de cada uno, y para difundir su figura en medio de nuestra ciudad.