Con competencia, cubanía y gran sentido de Iglesia fueron expuestos los temas del encuentro: el P. Jesús Marcoletta presentó la historia de Cuba y de la Iglesia en Cuba, el P. Oscar Herrera, sj, los retos de la religiosidad popular y Mons. Emilio Aranguren, obispo de Holguín, la vida y misión de la Iglesia en Cuba en el hoy y el pasado más reciente, así como los actuales retos pastorales. Fueron muy importantes los hondos tiempos de oración, la Eucaristía cotidiana, los espacios de compartir de la propia vida y los ricos momentos de fraternidad, en particular la fiesta internacional, la noche cubana y… ¡un helado baño en Varadero!
¡Qué gran regalo para Cuba, su Iglesia y su pueblo… estos hombres y mujeres que, al llamado de Jesús, han aceptado dejar sus tierras para venir a compartir la vida y la fe con los cubanos! Estos misioneros y misioneras nos revelan de manera evidente el corazón universal de la Iglesia. En el cariño y la acogida de todo el pueblo, de la vida religiosa y de toda la Iglesia, ellos se sienten acompañados y fortalecidos, y se confirman en la esperanza de que vivirán una fecunda y gozosa misión entre nosotros.
¡Qué gran regalo para Cuba, su Iglesia y su pueblo… estos hombres y mujeres que, al llamado de Jesús, han aceptado dejar sus tierras para venir a compartir la vida y la fe con los cubanos! Estos misioneros y misioneras nos revelan de manera evidente el corazón universal de la Iglesia. En el cariño y la acogida de todo el pueblo, de la vida religiosa y de toda la Iglesia, ellos se sienten acompañados y fortalecidos, y se confirman en la esperanza de que vivirán una fecunda y gozosa misión entre nosotros.