La Habana

Bendicen e inauguran campana de la Iglesia de San Juan Pablo II en La Habana

por Janely García Alfonso

Fotógrafo Sergio Lázaro Cabarrouy

Arquidiócesis de La Habana, La Habana, 9 de abril de 2018: A pocos días de haberse cumplido tres años de que el cardenal Jaime Ortega colocara la primera piedra del nuevo templo de San Juan Pablo II, que se erige en la comunidad del Bahía, como tradicionalmente se conoce al reparto Guiteras, esta comunidad celebra otro gran acontecimiento: la bendición e inauguración de la campana que desde ahora sonará, como dijo el Arzobispo, para invitar a todos a la Eucaristía, la Catequesis y a todas las actividades que se realicen en este recinto.

La campana fue donada por la parroquia de San Jerónimo, de Puentes Grandes y se le puso el nombre de San Jorge (santo catalán) en homenaje a dos personas muy queridas y recordadas en la comunidad por su extraordinario servicio y entrega incondicional: Jorgito, fundador y primer sacristán; y el diácono Jorge Suardíaz, ambos ya fallecidos.

En la celebración participaron poco más de 120 personas, entre ellas algunos miembros de las comunidades de Cojímar, Guanabacoa, Alamar, Santa Rita de Casia y niños de la infancia misionera del Barrio Obrero. También estuvieron presentes los diáconos Manuel Hernández y Margarito Hernández; y los presbíteros José Alejandro Peña e Iñaqui Arriola, ambos Escolapios residentes en Guanabacoa, comunidad esta que ha atendido pastoralmente al Bahía en los últimos años.

El momento también fue propicio para agradecer a Libertad Infante y su familia, quienes durante 22 años acogieron a la comunidad en su casa, constituyendo, según las palabras del P. José Alejandro un ejemplo de Cristo Resucitado para nosotros. La jornada concluyó con una variada actividad cultural que tuvo como peculiaridad el ser preparada y protagonizada por los niños y adolescentes de la comunidad, sin lugar a dudas todo un signo de renovación y esperanza.

El próximo domingo de Pascua los miembros de la comunidad de Guiteras acudirán a la celebración de la Eucaristía con la misma fe y alegría que los ha caracterizado estos 25 años, solo que ahora “San Jorge” se les unirá, anunciando a todos con su repique que un nuevo encuentro con el Resucitado ha llegado.