El cardenal Stella se encuentra con agentes pastorales en Holguín
por Araceli Cantero
Fotógrafo Araceli Cantero
Con trabajadores que conocieron a Mons. Stella durante sus años de nuncio
Diócesis de Holguín, 3 de febrero de 2023 - A su llegada a Holguín en viaje desde Camagüey, el cardenal Beniamino Stella fue recibido por el obispo de la diócesis, Mons. Emilio Aranguren Echeverría, el obispo auxiliar Marcos Pirán y algunos trabadores del Obispado, reconociendo algunos rostros de sus tiempos de Nuncio Apostólico en Cuba.
Le acompañaba el Nuncio Apostólico actual, el Arz. Giapiero Gloder y el P. Ariel Suárez Jáuregui, Secretario Adjunto de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba.
Desde el Obispado el cardenal Stella con Mons. Aranguren caminaron por las calles holguineras hasta el Centro Janssen de Formación laical en donde le esperaban los agentes pastorales para un encuentro informal.
Al iniciarse el encuentro Mons. Aranguren hizo una breve descripción de la Diócesis, su extensión de un millón seiscientos quince mil km, 32 parroquias, 44 templos no parroquiales y 59 casas de misión.
El Obispo indicó que la Diócesis cuenta con 13 sacerdotes diocesanos, 11 de ellos cubanos, 15 sacerdotes religiosos y 5 diáconos. Hay en la Diócesis 16 congregaciones religiosas de 24 nacionalidades.
“Me siento muy honrado por la invitación de los obispos cubanos que me ha permitido volver a Cuba”, dijo el cardenal Stella al iniciar su saludo ante unos 50 agentes pastorales de la Diócesis. Compartió sus buenos recuerdos de su servicio como Nuncio Papal en Cuba y reconoció que, durante su servicio posterior en el Vaticano, la gente le dice “Usted habla siempre de Cuba”.
Explicó que en su servicio de 35 años por todo el mundo en África y en América “la experiencia mas entrañable y profunda ha sido la cubana” que a sido para él la de una Iglesia pequeña y entregada, como una familia.
Dijo que llegó en 1993 cando Cuba vivía “un invierno”. Y salió en 1999 para Colombia como Nuncio, pero ya experimentaba una primavera. El clima había cambiado, dijo.
Recordó que los obispos cubanos siempre le han visitado en Roma. “Me gratificaban con su visita”.
Mons. Stella vivió 9 años en Colombia como Nuncio del Papa hasta 2007. Participó en la reunión del Episcopado Latinoamericano en Aparecida, Brasil en 2007, una experiencia que “nos hizo a los obispos bajarnos de ese pedestal al que a veces estamos apegados por nuestra posición”.
Sirvió también como presidente de la Academia Pontificia en Roma en donde se forman los diplomáticos de la Iglesia y después al frente del Dicasterio para el Clero donde dice que conoció la realidad mundial con sus luces y sombras. Al cumplir los 80 años se jubiló y vive cerca del Vaticano con otros obispos formando una comunidad. “Me siento feliz”, dijo.
Ahora recibió la invitación para volver a Cuba. “No puedo decir que no a estos obispos de Cuba, “se decía. “Fue una experiencia bella de servicio. Me han querido y se hicieron muchas cosas entonces”.
Durante el encuentro se hicieron algunas preguntas y el cardenal expresó que el papa Francisco sabe de Cuba y los obispos le tienen al tanto- “El Papa conoce y ayuda de diversas maneras, pero no puede hacer milagros”, comentó. Dijo que se había reunido con él antes de su viaje.
Mons. Stella invitó a los presentes a “valorar lo bueno y precioso que tenemos, sin olvidar los problemas”.
El Nuncio, Arz. Gloder, en sus palabras recordó que le une la amistad con Mons. Stella por haberle sucedido en la Academia Pontificia para diplomáticos de la Iglesia. Dijo que observando al Cardenal le veía con el rostro iluminado “porque se encontró con la experiencia de vuestra fe”. Dijo que él no había experimentado el invierno de Cuba sino la primavera. Y esto a pesar de la Pandemia del Covid19 que no le ha permitido desplazarse mucho. Resaltó que al mirar a la Iglesia cubana descubre que tiene una buena identidad en el Señor “que intenta caminar junta a pesar de las dificultades actuales. “En las celebraciones se ve la alegría”. Y recordó que en los primeros siglos las pequeñas comunidades eran la levadura de la sociedad. “La palabra que puedo decirles es de aliento”, dijo el Nuncio.
Pensando en los sacerdotes cubanos el cardenal Stella les pidió que no descuiden su vida espiritual. “No lo podemos abandonar por el riesgo de vaciarnos y perder el primer amor que nos ha motivado al ministerio”. Además, recomendó cuidar el tiempo de descanso “porque ustedes trabajan mucho y las necesidades y urgencias ¡son tantas! ¨. Recordó las palabras de Jesús a sus apóstoles “vengan aparte y descansen”.
No podemos vivir sin sentir que somos del Señor”, les dijo.
Entre los agentes pastorales se encontraba el obispo emérito Mons. Hector Luis Peña quien dijo que había conocido a muchos nuncios en Cuba “y ninguno había trabajado tanto como el cardenal Stella”.
Mons. Marcos Pirán añadió que se viven en Cuba momentos de desaliento, pero “su visita está siendo como un aire fresco en medio de las dificultades”. Comentó que “Dios recorre otros caminos que superan lo que nosotros esperamos”. Todos se unieron rezando la Oración del Sínodo.
Después del encuentro los agentes pastorales compartieron un almuerzo con el Cardenal en el Obispado.
Por la tarde se celebraría una Eucaristía en la Catedral de San Isidoro.
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