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La Iglesia alaba a Dios por los 500 años de La Habana

por Yarelis Rico Hernández y Sergio Lázaro Cabarrouy

Fotógrafo Yandry Fernández

Arquidiócesis de La Habana, Catedral, 17 de noviembre de 2019: Siguiendo la tradición de aquellos que fundaron la villa de San Cristóbal de La Habana y como los grandes hombres y mujeres que le han sucedido a lo largo de su historia, la Iglesia en Cuba inició su homenaje a la Ciudad Maravilla entonando en la S.M.I. Catedral un Te Deum, himno de alabanza y acción de gracias escrito por el célebre músico cubano Esteban Salas y transcrito por la musicóloga Miriam Escudero a fin de que fuera estrenado en ocasión de los 500 años de La Habana.

La connotación del Te Deum interpretado la noche del 14 de noviembre en la Catedral habanera estuvo en que se trató del reestreno de una obra escrita en la época de la Colonia. De acuerdo con lo expresado por el maestro organista, Moisés Santiesteban, director de la Cátedra de Música Sacra del Centro Cultural Padre Félix Varela de la arquidiócesis habanera, este himno fue pensado con una aplicación litúrgica práctica: “no hay grandes recreaciones musicales, sino que la música está en función del texto”.

En la celebración presidida por el cardenal Juan de la Caridad García, arzobispo de San Cristóbal de La Habana, y concelebrada por la mayoría de los obispos cubanos, se agradeció a Dios por las personas que durante quinientos años han acompañado a esta ciudad y a su gente, con énfasis en los veintidós obispos que ha tenido la provincia eclesiástica desde su erección como diócesis en 1787 y arquidiócesis, en 1925. También recordó a los sacerdotes, religiosos, religiosas, diáconos y laicos.

“Dios no necesita que lo defiendan, lo defiende la naturaleza”, con esa frase el cardenal García recordó en su homilía al Héroe Nacional cubano e ilustre habanero, José Martí, quién plasmó en ella su pensar en torno al Creador de esta tierra fértil y hermosa.

Al finalizar el canto del Te Deum fue proyectado un mensaje enviado a los cubanos y, muy especialmente a los habaneros, por el Santo Padre Francisco. El Papa resaltó la importancia de la Fe, la Esperanza y la Caridad como valores centrales para la vida de las ciudades. Recordó que la Fe está en las raíces de la ciudad, “y en las raíces, dijo, está la centralidad de la vida cristiana”. Sobre la Caridad destacó que es un aspecto que distingue al pueblo cubano, al que animó a vivir este jubileo por el medio milenio de la ciudad de La Habana con Esperanza reanimada.

La ceremonia religiosa fue amenizada por un coro muy nutrido bajo la dirección de las maestras Alina Orraca y Corina Campos, al órgano acompañó el músico Moisés Santiesteban. Para finalizar los presentes entonaron el Himno a San Cristóbal.

Estuvieron presentes en la ceremonia representantes de la Iglesia Ortodoxa Griega y Rusa, la Sra. Caridad Diego Bello, jefa de la Oficina de Asuntos Religiosos del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, otros funcionarios del Partido y el Gobierno, así como personal diplomático acreditado en la Isla.

El “Te Deum” es un antiquísimo himno cristiano de alabanza y acción de gracias a Dios, atribuido a san Ambrosio y a san Agustín con ocasión del bautismo de este último por el primero, en el año 387 en la catedral de Milán.

Se trata de un himno reservado a lo largo de la historia para agradecimientos especiales (después de una guerra, al terminar una sequía o una plaga, al elegir un nuevo Papa, etc). Muchos compositores (Haydn, Mozart, Berlioz) le han puesto música. El himno se canta en medio de una celebración donde también se lee la Palabra, se predica y se expone el Santísimo Sacramento, como sucedió en la Catedral habanera.

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