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¿De quién soy prójimo?

por Michel Pérez Abreu

Diócesis de Ciego de Ávila, Casa Diocesana, 23 de septiembre de 2019: El Encuentro de Voluntarios de Cáritas Ciego de Ávila, con participantes de todas las parroquias y la zona de Venezuela, aconteció en la mañana del sábado 21 de septiembre último, en el salón de la Casa Diocesana, anexa a la S.I. Catedral de San Eugenio de La Palma, en Ciego de Ávila.

Anunciar la Palabra de Dios a través del testimonio es una de las premisas que definen la labor de esta organización, la cual también promueve a la vida, don de Dios que se encuentra por encima de la doctrina y la sociedad.

En el evento se invitó a reflexionar a partir de la parábola del Buen Samaritano sobre la pregunta: ¿De quién soy prójimo?, con una invitación a poner todas las energías interiores al servicio del otro.

Diversas claves del intercambio fueron reconocer al movimiento como herramienta eficaz para la proximidad; el no alejar sino acercar al prójimo, en especial al amor de Dios, recordando que hacerse prójimo no solo es estar cerca espacialmente, sino padecer con el necesitado; la pertinencia de ser siempre misericordioso y el poner el corazón en la necesidad del más desprotegido.

Se recordó que hoy las víctimas son muchas: niños abandonados, jóvenes con adicciones, desempleados, enfermos, homosexuales, ancianos descartados, reclusos. Cada uno de ellos debe ser tocado por la caricia de la Madre Iglesia.

El texto del español Vicente Altaba Gargallo, “La dimensión social de la evangelización en Evangelii gaudium”, sirvió de punto de partida para el segundo tema de la mañana, teniendo en cuenta las afirmaciones del papa Francisco en su exhortación apostólica.

Ser “pobre” no es solo quien carece de recursos materiales, también lo puede ser alguien enfermo de espíritu, de ahí la importancia de la escucha como labor asistencial. La promoción del ser humano es de enorme relevancia, dotándolo, además de medios materiales, de herramientas con las cuales pueda salir adelante en su vida.

Estuvo presente la invitación a no olvidar los gestos cotidianos de ayuda, esa sonrisa de cada mañana, el escuchar a quien necesita compañía, al no perder de vista la necesidad de pensar en comunidad y el estar abiertos a la evangelización del pobre hacia el voluntario.

Las parábolas del Buen Samaritano, de Jesús multiplicando el pan y de Jesús con los discípulos de Emaús fueron las escogidas para el trabajo en equipo, siempre provechoso y útil. A partir de ellas, los participantes del encuentro reflexionaron acerca de las cualidades que debe poseer un voluntario de Cáritas, en las que debe crecer, lo cual permitió elaborar, entre todos, una expresión, resumen y espejo de la jornada: “El voluntario es rico en caridad, amor, misericordia y entrega, es rico de alma y acompañante siempre”.

En las conclusiones también se compartieron algunas experiencias de la labor de la Iglesia a través de Cáritas, en particular asociadas a la atención a damnificados de los eventos meteorológicos que han afectado al país en los últimos años; del Programa de Personas Mayores se presentaron la Guía del Animador y un suelto sobre su labor en la Diócesis y se realizó el lanzamiento de la página en Facebook de Cáritas Ciego de Ávila.

El año pastoral acaba de dar comienzo. Cáritas, en su incesante labor, prosigue con la formación de sus voluntarios, jóvenes, adultos y personas mayores quienes entregan su vida a la asistencia, sencillamente, por amor.

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