El Cardenal Américo Aguiar, Presidente de la Fundación Jornada Mundial de la Juventud Lisboa 2023, repasa el gran encuentro de los jóvenes católicos con el Papa Francisco: «Paso a paso, en lo ordinario de la vida de la Iglesia, Dios trabaja para cambiar la vida de cada uno».
Sebastián Sansón Ferrari – Vatican News
«Miro hacia atrás y ha merecido la pena. Cada día, cada viaje, cada encuentro -y fueron miles-, cada celebración», es la valoración del Cardenal Américo Aguiar, presidente de la Fundación Jornada Mundial de la Juventud JMJ Lisboa 2023, a un año del encuentro multitudinario de jóvenes católicos con el Sucesor de Pedro, que concluyó el domingo 6 de agosto de 2023.
«Nadie puede imaginar los frutos que pueden nacer y crecer en la vida de los jóvenes peregrinos, de las Iglesias locales o incluso de la Iglesia universal», asegura el purpurado en declaraciones recogidas por el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida.
«Somos incapaces de hacer tales cálculos, cuando hablamos de la vida de Dios en el corazón de la humanidad. Sin embargo, paso a paso, en lo ordinario de la vida de la Iglesia, Dios trabaja para cambiar la vida de cada uno. Valió la pena, sobre todo, porque éramos la Iglesia viva de Nuestro Señor. Que canta, reza y llora. Que se alegra, se duele, está llena de esperanza y confianza. Que se reúne en Jesús y con Jesús vivo. Que se reúne en torno al Pastor y se alegra con sólo verlo pasar. La Iglesia viva de Nuestro Señor, donde todos somos hijos e hijas amados, todos, todos».
Hace un año, el Papa Francisco presidía la misa de clausura de la JMJ en el Parque Tejo y en su homilía les planteaba una pregunta fundamental: «¿Qué nos llevamos con nosotros volviendo a la vida cotidiana?». También los animaba a no tener miedo, incentivándolos a pensar que es Jesús mismo quien los estaba mirando en ese momento. «Él los conoce, conoce el corazón de cada uno de ustedes, conoce la vida de cada uno de ustedes, conoce las alegrías, conoce las tristezas, los éxitos y los fracasos, conoce el corazón de ustedes», afirmaba. «Lee vuestros corazones y Él hoy les dice, aquí, en Lisboa, en esta Jornada Mundial de la Juventud: «No tengan miedo». «Anímense, no tengan miedo», concluía el Obispo de Roma.
Luego de la eucaristía, Francisco anunciaba que la sede de la próxima JMJ será Seúl, Corea del Sur, en 2027. «Desde la frontera occidental de Europa se trasladará al Lejano Oriente: ¡este es un hermoso signo de la universalidad de la Iglesia y del sueño de unidad del que ustedes son testigos!», subrayaba el Papa. Y, de hecho, ya se están dando los primeros pasos en el gran camino de preparación: la JMJ de Seúl 2027 ha sido lanzada oficialmente el 28 de julio de 2024 en la catedral de Myeongdong, con la asistencia de más de mil jóvenes y representantes de la Iglesia.
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